La chicharrita se quedó con el rendimiento de unas 12.000 hectáreas sembradas con maíces tardíos sobre suelos entrerrianos. La marca, sobre un total de 66.650 hectáreas, fue determinada desde la Bolsa de Cereales.
En la entidad clasificaron aquella superficie directamente como perdida por la incidencia de la plaga. Y avisan que la marca, del 18% del total, probablemente se incremente, ya que alrededor del 26 % (17.300 hectáreas) del área sembrada se categorizó con un rinde menor a 2.000 kg/ha, la cual queda a criterio del productor si es conveniente o no cosecharla.
El 56 % restante del área, equivalente a 37.350 ha, proyecta un rendimiento promedio esperado de 2.500 kg/ha. Este valor posiciona el rendimiento del maíz tardío/segunda como el más bajo registrado en los últimos diez años, y presenta una disminución del 50 % en comparación con el promedio para el mismo período, el cual se sitúa en 4.894 kg/ha.
En el informe se precisó que, en el ámbito provincial se requieren 4.100 kg/ha para recuperar los costos de producción en el actual ciclo, y que el 82 % del área presentaría un rinde proyectado de 2.500 kg/ha, se observa una brecha de 1.600 kg/ha para alcanzar el rendimiento de indiferencia.