La miel oscura es un tesoro poco conocido con un sabor único

Actualidad
La flora del Delta provee un producto alimenticio excepcional.

La miel es uno de los productos más antiguos y versátiles de la naturaleza. Aunque la mayoría de las mieles comerciales son de color claro o ámbar, en la Argentina se pueden encontrar mieles oscuras con propiedades, sabores y aromas únicos. “Las mieles oscuras son elaboradas por las abejas de la misma manera que las mieles claras o intermedias”, explicó Carolina López, especialista en apicultura en el Delta del Paraná. La experta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria agregó que “este tipo de miel se produce a partir del néctar de flores de diferentes especies, entre las que destacan los árboles autóctonos como el quebracho, el tala y el mistol, entre otros. También de mielatos y montes autóctonos. Tienen un color oscuro debido a la composición del néctar, en interacción con las enzimas que aportan las abejas”.

La composición de la miel oscura depende de la región geográfica donde se produce. En la Argentina, se pueden encontrar mieles oscuras de diferentes tipos de flores. “En Santiago del Estero se pueden encontrar mieles de Quebracho Colorado y de Mistol, en Córdoba, en Mendoza y en La Pampa de Piquillín, en Formosa y en el Delta del Paraná de Aliso de Río, en San Juan de Pájaro Bobo y en Catamarca de Yungas”, ejemplificó su ncolega Laura Gurini, quien resaltó que cada una de estas mieles tiene un sabor y aroma único, que refleja la riqueza de la biodiversidad del país.

Además de su color característico, la miel oscura se distingue por su sabor intenso y complejo, con notas a madera, caramelo, especias y frutas secas. Estas mieles también tienen propiedades antioxidantes, antibacterianas y antiinflamatorias, gracias a la presencia de compuestos como los polifenoles y los ácidos fenólicos.

“En general, las mieles oscuras contienen más minerales y polifenoles y presentan una conductividad más alta que las mieles claras”, expresó López.

“La miel oscura es un tesoro de la naturaleza, que refleja la riqueza y la diversidad de la flora argentina. Su sabor y propiedades únicas la convierten en un producto que va siendo cada vez más valorado por los consumidores y su producción sostenible contribuye al desarrollo de las comunidades rurales del país”, subrayó Alejandra Palacios, coordinadora del programa de Apicultura del INTA, quien indicó que desde el programa se impulsa la campaña “Elijo la miel” con la intención de promocionar el consumo de miel genuina considerando los beneficios que la misma aporta a la salud.

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web