La caída del salario real del 12,1% que informó el Indec la semana pasada tiene efectos claros sobre los hábitos de consumo. El 63% de las personas dice haber restringido sus gastos en salidas. Más grave aún: el 48% de las personas dice haber achicado su consumo de carne y el 44% afirmó haber comprado menos bebidas. El 35% sostuvo haber reducido su acceso a lácteos.
La muestra sobre los ingresos que difundió el Indec reflejaron que el indicador cayó a su peor punto en los últimos 10 años. BAE Negocios accedió a un informe del CEPA y del Instituto Proyección Ciudadana, que aún no fue publicado y que se realizó a partir de una encuesta a 647 personas durante diciembre y enero, acerca de sus nuevos hábitos de consumo en tiempos de crisis, y de esta manera lo cuenta su cronista Mariano Cuparo Ortiz.
Tal como muestra el informe, el sector que más se resintió y tuvo que cambiar sus hábitos de consumo por la crisis fue el de menores ingresos. Acerca del gasto en carnes, el 64% de los más pobres dijeron haber consumido menos. En lácteos el 44%. En bebidas el 55%. Todos por arriba del promedio.
La excepción se ve en el gasto en salidas: ahí los que más ajustaron fueron los de mayores ingresos. De hecho el 87% de los encuestados del estrato más alto dijeron haber achicado ahí.
Y además se percibe un detalle destacable: el 13% del total de los encuestados dijo haber incrementado el consumo de fideos, harinas y arroces, y el 14% en frutas, lo que según el CEPA muestra "por un lado una propensión a reconfigurar el consumo en términos de hidratos de carbono, relativamente más baratos, y por otro lado el incremento estacional del consumo de frutas y verduras propio del verano".
Los datos, que dan cuenta del efecto de la crisis sobre las costumbres de la vida cotidiana, tienen su correlato en datos oficiales. A saber: la Dirección de Estudios Económicos de la Secretaría de Agroindustria informó para diciembre una caída de 10,9% interanual en el consumo interno de carne bovina. También según la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (CADIBSA), el volumen de las ventas de gaseosas registró en diciembre de 2018 una baja de 18,5% interanual.
El trabajo del CEPA pone en números más generales un asunto que ya llegó al mainstream televisivo durante los últimos días del 2018 a través de una discusión entre la periodista Úrsula Vargues y el economista Iván Carrino. A través de un tuit, Vargues había planteado: "¿Qué cosas tuviste que dejar de hacer para poder pagar los tarifazos? Yo mis clases de violín y los asados". Luego la discusión levantó su polvareda.
La crisis cambiaria del 2018, generada por un rojo de cuenta corriente de la balanza de pagos cada vez más ancho y una fuga de capitales a niveles récord, más que duplicó el precio del dólar, disparó la inflación y le pegó de lleno al salario, tal como mostró el Indec. Los tarifazos profundizaron algo más la cuestión. El efecto de desplazo del consumo pegó fuerte en la actividad económica, que durante el 2018 cayó 2,6% y volvió a operar a niveles del 2010, según los datos preliminares del Indec.