Ante la complicada situación que atraviesa el sector citrícola entrerriano, Campo en Acción consultó al experto Juan Verliac por el aire de LT 14, Radio Nacional General Urquiza.
El experto hizo hincapié en la importancia de la citricultura como motor socioeconómico de los departamentos Federación y Concordia: “Es la principal fuente laboral para más de 16.000 personas; pero a su vez indirectamente esa fuerza de trabajo se multiplica por tres o cuatro, ya que estos dos departamentos han crecido a la par de la actividad citrícola: los sectores comercial, metalmecánica, la industria maderera, los fitosanitarios, y el transporte. Esas son razones de sobra para cuidarla".
Expuso que, a diferencia de años anteriores, en estos primeros seis meses del año el mercado interno no ha podido sostener la actividad económica para los citricultores, debido a una importante desaceleración en el consumo. “Históricamente, entre el 60 y el 80% de la producción citrícola se ha destinado al consumo interno. Sabemos que los cítricos, más allá de sus cualidades nutritivas y su precio relativamente económico, no son una necesidad primaria para el consumidor; esto se ve reflejado en la caída del consumo de fruta fresca”, precisó. Pero a su vez, advirtió que los productos de la industria citrícola -tales como jugos, esencias o aceites esenciales-, presentan una demanda en ascenso a nivel global; por lo cual existe una necesidad fuerte de gestiones para la apertura de mercados.
Ante esto, Verliac explicó que para entrar a un mercado de balanza comercial equilibrada, como lo son los Estados Unidos, lo normal es que dicho destino apunte a poder ingresar al nuestro con sus propios productos. “Allí yace el desafío de poder trabajar articuladamente para poder alcanzar ese objetivo, que en años como este de retracción en el consumo interno resulta un paliativo importante, aunque no sea una solución definitiva actualmente”. Sostuvo a su vez que, ante una citricultura actualmente pensada para el mercado interno, se vislumbra una urgencia de cambiar el paradigma para pensar en producciones optimizadas para exportación, “que no sea una alternativa sino un objetivo. Y fundamentalmente, debemos entender que, en estos tiempos, la demanda de productos citrícolas industriales también nos está llevando a pensar en cultivos exclusivamente para producción de jugos y aceites”.
Esta situación, según el experto, potenciaría las oportunidades de engranar todo el sistema: tanto los sectores público y privado, y dentro de este los sectores primario e industrial –incluyendo también a las empresas de consumo-, “ya que ayudaría muchísimo a evitar colapsos del mercado interno como el actual, y le daría una estabilidad y previsibilidad al sistema que sin lugar a dudas potenciaría al producto”.
Finalizando, el especialista subrayó que, ante un contexto sanitario muy grave para la provincia debido a la amenaza que representa el HLB, al país le hace falta unificar criterios de trabajo para poder sortear estos problemas. “Lo primordial es estar preparado para sentar las bases y la programación a mediano y largo plazo, y salir al mercado con la convicción de que sea la exportación una salida fundamental. La planificación, como en cualquier otro cultivo perenne donde nada de lo que se haga hoy tiene un impacto inmediato, resulta crucial”, sentenció Verliac.