Diego Iacovone es el cocinero de Lionel Messi y los otros 71 integrantes de la delegación de la selección argentina que representa al país en la Copa del Mundo de Fútbol, en Qatar. El debut es este martes, pero ya se comieron el primer asado; uno de los tantos que se servirán en base a la tonelada de carne argentina que se mantiene en las cámaras de frío ubicadas en la cocina del predio donde concentran jugadores, asistentes y dirigentes.
Los cortes elegidos para satisfacer a los comensales son los tradicionales de la parrilla, más pulpas y embutidos. De acuerdo a lo publicado por Infobae, entre otros cortes partieron 485 kilos de asado de tira, 376 de vacío, 233 de cuadril y 218 de nalga.
“Mi comida preferida es el asado, pero esto va más allá. Los que nos seduce de hacerlo, es trasladar ese momento a otras partes del mundo y puntualmente acá es lo que significa, lo que nos genera... Porque nos da un ambiente de unión y química colectiva. Es parte de nuestra cultura, de la idiosincrasia argentina. Es ese tiempo que disfrutamos juntos, que nos permite charlar, reírnos, distendernos y conectarnos. Comer asado no es vino, dulce de leche, ni siquiera necesariamente la carne, pese a que nos encanta. Es estar en grupo y la conexión que se genera”, explica Lionel Scaloni desde Qatar, según consignó la revista El Gráfico.
Las palabras del entrenador tienen color y candor, pero lo cierto es que él y los jugadores están en aquella lejana y extraña tierra para competir deportivamente. De la cocina se ocupan especialistas en gastronomía.
Iacovone cocina con su gente al estilo tradicional argentino, “todo suculento” cómo él mismo dijo en una reciente entrevista para Canal 9, de Buenos Aires; pero atendiendo “atentamente las consideraciones de los nutricionistas y el gusto de los propios jugadores”. Para sorpresa de pocos, contó que a Messi le seducen tanto el asado y las milanesas, “que le hago como a cualquiera porque así le gusta a él, más una o dos giladas que le agrego para que se divierta”, dice sin dar más precisiones sobre el asunto.
De lo estrictamente sacramental, el asado, aportó que lo sirve a punto, a pesar que no pocos lo piden un poco seco y otros tantos con jugo en el plato. Otro detalle de fuste es que llevaron unos fierros tremendos que dan que hablar incluso en otras delegaciones como la uruguaya, -que también partió con una tonelada de carne faenada exclusivamente de animales producidos en la estancia de crak oriental Edison Cavani, en las inmediaciones de la ciudad de Salto-.
A los parrilleros nacionales los fabricó Julián Lanzillotta. El hombre es propietario de un empresa nacional surgida en 2018, que hoy es la elegida por la Asociación del Fútbol Argentino para cocinar a las brasas lo que se coman nuestros créditos del balompié. La entidad hizo una licitación, se presentaron 10 empresas del ramo y la de Lanzillota se quedó con el honor, -y el negocio-, de asar para Lionel Messi y el resto de la delegación.
Cuentan en El Gráfico que el empresario propuso distintos tipos de parrillas, pero que al final fabricó cuatro de manera específica y una de ellas es la preferida. A todas los identifica con nombres propios que remiten a la serie de televisión Vikingos y la que más gusta se llama Floki, y tiene dos cruces para cocinar a la estaca y; jaula para colgar y ahumar.
Todo este equipamiento se ubicó en el quincho que armó Iacovone dentro del enorme predio que tiene la Universidad de Qatar, donde se aloja la delegación nacional. “Buscamos que todos se sientan como si estuvieran en el predio de Ezeiza. Por eso también el quincho y las parrillas tienen su importancia”, contó.