Inquietante escenario productivo se abre para el maíz entrerriano

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Proyectan que la producción de maíz se situaría en 1.403.600 toneladas.

La Bolsa de Cereales precisó que en la provincia ya se comercializó el 50 % de las bolsas de maíz vendidas en el ciclo 2023/24, por lo tanto, se podrían sembrar alrededor de 242.000 hectáreas.

Desde la entidad brindaron un panorama ligado a las proyecciones del cultivo en Entre Ríos, considerando especialmente el impacto de la chicharrita, y en ese marco dejaron saber, además, que la ocurrencia de precipitaciones con acumulados del orden de 30 a 40 milímetros en las próximas semanas serán la clave para que la intención de siembra del cereal se incremente.

Ponderaron que si se parte de la base de que el rendimiento promedio del maíz de primera en la última década es de 5,8 toneladas por hectárea, y en relación al volumen comercializado, la producción de maíz se situaría en 1.403.600 toneladas.

Hace poco más de un mes, desde la Bolsa consultaron a semilleros sobre la situación de las ventas de bolsas de maíz, ya que la aparición de una enorme población de chicharrita del maíz había generado importantes pérdidas, fundamentalmente en las siembras de fechas tardías.

Y recordaron que, en el ciclo 2023/24 se sembraron un total de 483.750 hectáreas, no obstante, debido al temor al insecto y a los patógenos que transmite, a inicios del mes de julio del 2024 tan solo se había concretado la venta del 30 % del volumen comercializado el año pasado.

¿Qué cambios se han detectado desde entonces? En primer lugar, el monitoreo realizado por la EEA INTA Paraná, EEA de Concepción del Uruguay y las agencias de extensión detectaron una importante reducción en la población de la chicharrita a raíz de las intensas heladas cuyo epicentro fue la primera quincena de julio.

En segundo lugar, la evolución de las anomalías de la temperatura en el Pacífico Ecuatorial apenas presenta pequeños sectores con enfriamientos, en otras palabras “La Niña” no se está visualizando claramente.

Finalmente, el bimestre junio – julio tuvo precipitaciones realmente muy escasas, lo cual ha reducido notablemente la humedad en la cama de siembra y posiblemente al día de hoy, sea una de las principales limitantes para que la toma de decisión de los agricultores.

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