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Importación de insumos para cooperativas de Cafer

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Con el objetivo de obtener ventajas competitivas y abaratar costos, Cafer comenzó un proceso de adquisición de insumos para sus cooperativas asociadas, que incluye la importación de glifosato granulado desde China.

El Ing. Agr. Fabián Dorsch, responsable del área Técnica-Agropecuaria de Cooperativas Agropecuarias Federadas de Entre Ríos (Cafer), precisó que “últimamente, además de las compras cotidianas que se hacen para las cooperativas, nos animamos a realizar una importación de glifosato granulado directamente desde China, a través de la empresa Sigma Agro SA. Estamos empezando esa experiencia para obtener ventajas competitivas, en el sentido de reunir los requerimientos de todas las asociadas, probar el producto y observar si podemos ampliar la importación, ya que la diferencia de precios es importante, y estaríamos en condiciones de armar una compra corporativa”.

Consultado si es la primera vez que Cafer importa, el profesional detalló que “durante 2005-2006 se efectuaron algunas experiencias de importación de agroquímicos, pero por las dificultades y por los costos se abandonaron en 2008. Ahora retomamos la iniciativa, no solamente por el glifosato sino también porque queremos comenzar a operar en ese mercado, ya que observamos que hay mucha potencialidad para adquirir otros productos”.

Además, el Ingeniero precisó que con la firma Sigma, con la que tienen una alianza estratégica para operar, “realizamos una primera experiencia con un container de 12 toneladas de glifosato. El producto cumple con las expectativas, pero además, se obtiene una ventaja competitiva importante. Aspiramos no solo a ampliar la cantidad importada, sino también la gama de productos”.

En rigor, el profesional explicitó que además del glifosato, planean sumar algunos otros productos, como herbicidas y algunos insecticidas: “existe la posibilidad de importar 2-4D Dicamba, y algún insecticida –todavía sin precisar- ya que estamos en etapa de sondeo para ver cuál es el más conveniente y el más requerido por las cooperativas, en particular, para la próxima campaña. Tenemos que saber que entre el proceso de negocio y el tiempo en el que el producto llega, pasan alrededor de cuatro meses, por lo que somos conscientes que si podemos cerrar alguna operación, recién en octubre o noviembre podemos llegar a tener algo aquí”.

Sobre cómo se subsanan los inconvenientes suscitados por las nuevas regulaciones del gobierno nacional a las importaciones, Dorsch admitió que “no es sencillo, ya que los tramites son muchos, por lo que tuvimos que contratar un despachante en Buenos Aires que realiza las gestiones pertinentes”.

El glifosato de la primera compra ya está en Entre Ríos, e inclusive, algunos productores lo están probando, aclaró Dorsch, pero admitió que aunque el trámite comenzó en noviembre de 2013, el producto recién llegó en mayo de 2014. “Son varios meses entre las tramitaciones de nacionalización y las diligencias previas al arribo del producto; cuando llega a la Argentina, hay que atravesar las inspecciones del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), referidas a la trazabilidad de fitosanitarios que se aplican desde febrero de este año, más el trámite de nacionalización, lo cual alarga el proceso”.

Adquisición de semillas de lino

Otro ambicioso objetivo de Cafer es repotenciar la siembra de lino en la provincia, por lo cual se adquirieron 60 toneladas de semilla para implantar en ésta campaña. La idea es ofrecer a las cooperativas asociadas semilla de calidad y financiada a cosecha, junto con un paquete de insumos básicos contra entrega del lino cosechado”.

Captar nuevos mercados

En los últimos años, el uso de la semilla de lino ha cambiado. Antes se destinaba para aceites y para la industria de la pinturería, pero desde algún tiempo se utiliza para el consumo humano y como alimento para animales. En el primer caso hay un mercado muy importante en Brasil, que va para Sao Pablo, donde se usa como semilla por el buen contenido de omega 3, y en el segundo, como alimento balanceado para aves y equinos, ya que mejora el pelo de los animales.

En la actualidad, surgió un nuevo mercado para la exportación de esta oleaginosa: se trata de Chile, donde ya se exporta porque el aceite de lino es muy buen sustituto del de pescado en el alimento balanceado para peces; como ese país tiene una industria creciente en salmonera, se utiliza cada vez más.

El negocio se arma con volúmenes pactados de antemano, con continuidad en la provisión del producto, por lo que esta circunstancia obliga a Cafer a armar los programas de siembra para cumplir con el mercado.

Nuevo proyecto

Párrafo aparte dedicó Dorsch a la nueva iniciativa de Cafer en Gualeguaychú, que apunta a construir una planta de extracción de aceite y harina de lino para cumplir con estos dos mercados, además de la exportación del grano en forma directa. “Esta planta de extracción de aceite y harina de lino proveerá insumos para el alimento balanceado para peces que se fabricará en la fábrica de Gualeguaychú, un proyecto que está en marcha y sigue su curso ya que se está cumpliendo, en buena medida, lo que se pactó originalmente”.

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