“Hago agricultura, manejo de maquinaria, faenas, embutidos y hasta albañilería”, dice Hugo Born a Campo en Acción cuando se le propone describir sus tareas. El hombre, oyente de la edición radial de este sitio por LT14, Radio Nacional Paraná, es el encargado del establecimiento La Lucha, ubicado sobre el Acceso Norte a la capital provincial.
Ese puñadito de kilómetros que lo separan de la ciudad no tienen relación con la distancia que el hombre cuida de mantener con la urbe entrerriana. “Si tendría que ir a vivir al pueblo no sé qué me pasaría, amo vivir en el campo” cuenta sin vueltas quién sale lo justo y necesario de su ámbito y cuando lo hace elige rumbos que lo conectan con localidades del interior del departamento.
Dejó saber que su formación fue creciendo con el tiempo: “Ayudando aprendí muchos oficios que me sirvieron para mis tareas, soy campesino de toda la vida y veo que hay tareas y costumbres que se van perdiendo porque los jóvenes eligen la ciudad”.
Mantiene una rutina que soporta pocas alteraciones, todo se resume a iniciar la jornada a las 5.30, desayunar con la radio prendida, tomar unos mates, comentar vía whatsapp el pronóstico del tiempo con Daniel Aguilar y Miguel Ruberto y salir luego a cumplir con sus obligaciones en la explotación rural, que ciertamente no son pocas.
La pandemia lo acechó, como a todos en este mundo, pero por su condición de hombre rural la vida diaria crujió apenas lo necesario; es que para Hugo Born quedarse dentro de los límites del campo es una elección que antecedió por décadas el distanciamiento social que rige desde marzo de 2020.
“Hoy estamos abocados a la producción de alfalfa. Hacemos rollos y todo tiene que ser muy prolijo” sentenció. Contó que el plan es obtener un insumo de base orgánica, que se vende justamente por su calidad. En sus palabras: “Esto se hizo así, en enero le pasé un disco, en febrero otro y en mayo sembré. Le echo entre 18 y 20 kilos de semillas, la mitad en diagonal y después se le agrega apenas un pre emergente. La idea es que sea orgánico. Es una alfalfa monarca excelente”.
Puso en valor que la explotación cuenta con caballos y ovejas, de manera que el excedente de alimento está destinado a la comercialización. Describió que “a mediados de octubre se hará el primer corte. Si año viene llovedor se pueden sacar 80 fardos bien gordos, depende también del corte. Estos suelos son productivos, pero pesados. Está haciendo falta agua, pero hay reserva de humedad que debemos cuidar”.