Harán falta 1.691 kilos de granos para desquitar el costo de sembrar una hectárea en Entre Ríos

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En el sur, y con campo arrendado, el costo trepa por encima de las dos toneladas

Un productor entrerriano necesita obtener un promedio de 1.691 kilos de soja de segunda por hectárea para hacer frente a los costos en la campaña 2021/22, de acuerdo con un análisis de la Bolsa de Cereales provincial y el INTA.

Según el estudio, quien debe arrendar los campos deberá producir un promedio de 1.910 kilogramos por hectárea; y 1.472 kilos promedio si el terreno es propio.

Ambas entidades tomaron como referencia un precio esperado de US$ 319 por tonelada de soja de segunda, y segmentaron a la provincia en cuatro zonas: norte, sur, este y oeste.

También tomaron un valor de cosecha de US$ 70; y un arrendamiento equivalente a ocho quintales de soja por hectárea por año para la zona sur y oeste; y de cinco quintales para la zona norte y este.

Del arrendamiento anual, el 60% se le imputa a la soja de segunda, teniendo en cuenta la posibilidad de doble cultivo anual.

En la zona sur, el productor necesitará cosechar 1.490 kilogramos sin arrendamiento y 2.030 con arrendamiento, para alcanzar un resultado positivo; mientras que en la zona norte deberá obtener 1.470 y 1.810 kilogramos, respectivamente.

En la zona oeste deberá cosechar 1.460 y 1.990 kilogramos por hectárea sin y con arrendamiento; en tanto que en el este de Entre Ríos tendrá que producir 1.470 y 1.810 kilogramos, respectivamente.

Al momento de realizar el cálculo final, el informe tuvo en cuenta el costo medio de labores e insumos, el margen bruto por unidad de superficie, el rendimiento de indiferencia y el retorno directo por peso gastado.

Los precios de los insumos (semillas, agroquímicos, fertilizantes) tomados para el cálculo del costo de implantación y protección del cultivo, fueron los vigentes en la segunda semana de noviembre pasado.

Para el precio de venta de la soja de segunda, se tomó el valor a futuro publicado en septiembre por la Bolsa de Cereales de Rosario.

Además, se tomaron como costos los gastos de implantación y comercialización sin impuestos, y el asesoramiento técnico y gastos de la empresa.

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