Luego de un primer episodio que involucró al frigorífico Gorina, y que lo costó haber sido suspendido por un mes de entre los 90 frigoríficos que exportan carne vacuna argentina a China, se conoció este domingo un segundo caso, que podría correr con la misma suerte: el de la planta de Rafaela Alimentos. Colegas de ADN Rural confirmaron este nuevo hallazgo, que correspondería a un lote de carne que salió no de la planta que esa empresa tiene en Rafaela sino en la localidad de Casilda, algo más al sur de Santa Fe.
En ambos sucesos la situación es la misma: los chinos realizan miles de inspecciones en los puertos o los depósitos logísticos a dónde llegan las importaciones de alimentos, y algunas de ellas dan cuenta de la presencia del Covid-19 en algunas empaques.
¿Es esto posible?¿Es esto peligroso? ¿Merece una sanción como la que recibió Gorina? ¿Y será culpa de la planta argentina o el contagio podría haberse producido después? Son todas preguntas válidas que hay que hacerse y que por suerte un documento del Conicet, firmado por los expertos más renombrados en la materia, nos ayuda a tratar de resolver.
El documento oficial publicado por el Conicet parte por aclarar que “la pandemia por Covid-19 no es una crisis de inocuidad alimentaria”. Es decir que la enfermedad no se transmite por los alimentos sino que “la principal vía de transmisión del virus es entre las personas, a través de partículas expulsadas por una persona infectada desde la boca o la nariz, al toser, estornudar y la posibilidad de aerosolización”.
“No existe evidencia científica que demuestre que los virus que causan enfermedades respiratorias en humanos (como el SARS-CoV-2) se transmitan a través de los alimentos”. Tampoco que “los animales de consumo (bovinos, porcinos, aves, peces) transmitan el virus, ni que puedan enfermarse”, afirman los expertos nacionales.
“Diferentes agencias internacionales reconocen que hasta el momento no está demostrado que los alimentos sean una fuente probable o vía de transmisión de SARS-CoV2”, apuntaron los expertos, que citan entre esos organismos a la FAO, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la OMS, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, el Centro para Control y Prevención de las Enfermedades y la Red de Seguridad Alimentaria del CONICET en Argentina.
Luego de definir que comer carne no debería ser peligroso ni fuente de contagio, los expertos argentinos destacaron en su documento que “la mayoría de los microorganismos patógenos, incluyendo los coronavirus, pueden inactivarse mediante los Procedimientos Operativos Estandarizados de Saneamiento (POES) que se utilizan en la industria alimentaria”.
En ese sentido remarcaron que el SARS-CoV-2 es sensible a los principales desinfectantes comúnmente utilizados a nivel industrial, por lo que “no es necesario utilizar agentes de desinfección especiales”.
Luego se remarcó que el Estado Argentino “estableció protocolos para los diferentes sectores productivos” y que “las plantas exportadoras de carne cumplen rigurosamente” con ellos.
¿Y puede sobrevivir el virus tan largo viaje de la carne hace China sobre un envase?
“La supervivencia de SARS-CoV-2 en superficies se basa en datos experimentales, que estima un máximo de sobrevida de 7 días en plásticos y en acero inoxidable. Sin embargo, no existe evidencia científica hasta el momento que demuestre que el virus pueda transmitirse por esta vía”, definen los expertos.
En ese sentido remarcaron que “el material genético de SARS-CoV-2 se habría encontrado en cajas externas de cartón y no en el producto elaborado en Argentina”.
“Especialmente considerando que la estructura del cartón es considerada una superficie porosa y que el material genético fue encontrado luego de un viaje marítimo de 55 días y luego de la movilización y manipuleo terrestre dentro de China, cabe mencionar que no existe bibliografía científica que demuestre que que el virus sea viable luego de 60 días en condiciones similares a las de un viaje de estas características”, enfatizan.
Además remarcan que en el caso del frigorífico Gorina, “el producto congelado estuvo en cámaras frías de China durante 8 días”.
Las cuentas son sencillas: 55 días de viaje en barco más 8 días en cámara da un total de 63 días. “No hay publicaciones que aseguren que el virus sea viable luego de 60 días en condiciones no-experimentales”, define el documento publicado por Conicet.
Los especialistas contaron a modo de ejemplo que “en julio de 2020, en China se estimaba que se podría encontrar material genético de SARS-CoV-2 en la superficie de 1 contenedor de alimentos sobre un total de 250.000 analizados. “Esta estimación es reafirmada con información generada en los puertos de China, ya que en setiembre pasado se habían analizado 3 millones de muestras de superficies, de las cuales 22 fueron positivas para la detección del material genético del virus, o sea 1.8 cada 250.000 contenedores”.