Con el fin de articular y gestionar un Sistema de Gestión de Envases Vacíos de Fitosanitarios, establecido por la Ley 27.279 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental en esta materia, la organización CampoLimpio ha avanzado notablemente en el último año, desde las 24 empresas asociadas que tenía hasta las actuales 96, que en conjunto representan el 90% del volumen de plásticos contenedores que se comercializan en el mercado.
La organización nació del trabajo en conjunto de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) y la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa). La normativa fija responsabilidades de todos los actores de la cadena en el tratamiento de los envases vacíos, siendo las empresas los responsables del armado de un sistema de gestión integral.
En ese contexto, la organización, que antes se denominaba Agro Limpio, se presentó públicamente esta semana, a través de sus principales representantes; su presidente, Horacio Silva, es un ejecutivo de amplia trayectoria en la industria; su director ejecutivo, Ernesto Ambrosetti, fue economista jefe de la Sociedad Rural Argentina, y la coordinadora operativa es Nieves Pascuzzi, que estuvo a cargo de los estudios económicos en Coninagro. Ambrosetti y Pascuzzi cuentan con un paso por cartera agroindustrial del Estado nacional, que les ha aportado otra mirada de la problemática.
Como referentes de un equipo de 19 personas los tres lideran este sistema de gestión, modelo de la bioeconomía circular, para que los envases vacíos de fitosanitarios se recuperen, por reciclado, o tengan una adecuada disposición final. “El desafío de un campo sustentable requiere del compromiso de todos, por ello trabajamos activamente con la comunidad agropecuaria y el sector público”, destacó Silva a CLARIN RURAL.
“Se trata de un sistema de gestión integral que se ocupa de articular acciones que incluyen el reciclado y reutilización del plástico, a través de una cadena de valor sustentable, trabajando con actores públicos y privados para concientizar sobre los hábitos, usos y costumbres en el proceso de recuperación”, afirmó Ambrosetti.
La iniciativa contempla el desarrollo de Centros de Almacenamiento Transitorio, la implementación de una logística integral, la capacitación de la cadena (distribuidores y productores) y la trazabilidad de los envases vacíos para recuperar, reciclar, reutilizar y revalorizar, según describió Pascuzzi.
El sistema de gestión de envases se presentó en las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Actualmente cuentan con una decena de Centros de Acopio Transitorio (CAT) en funcionamiento. Se trata de instalaciones que se utilizan para recepcionar, acondicionar y derivar los envases vacíos de fitosanitarios a los canales de valorización o disposición final.
Tiene bajo análisis más de 60 localidades en todo el país. Esperan llegar a cerca de 15 centros hacia fin de año y proyectan más de 20 para el 2020. Y se articulará, por ejemplo, con el Centro de ACA en Cañada de Gómez (Santa Fe), en donde CampoLimpio realiza capacitaciones y campañas de concientización en conjunto con las empresas que forman parte de la institución, los gobiernos y actores relacionados con la cadena de valor, con el fin de dar aportes en cada rol del proyecto.
Y en ese sentido cuentan con el apoyo oficial. “Desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación entendemos que la clave para el desarrollo sostenible de la actividad agropecuaria es seguir trabajando junto al sector privado comprometidos con el manejo de productos fitosanitarios y con las buenas prácticas agrícolas. Por eso, conocimiento, concientización y responsabilidad social están en el eje de nuestras políticas públicas en la materia”, destacó el ministro Luis Miguel Etchevehere.