En un nuevo intento para lograr que el campo liquide la cosecha que retiene, Sergio Massa analiza reeditar el mecanismo Refinoplus con una versión que le permitiría a los productores aumentar un 30% el valor de la soja. La iniciativa además evitaría que la mejora quede en manos de las cerealeras y no se traslade de manera plena al productor.
El Refinoplus fue un programa creado en 2008 con un decreto que llevaba las firmas de Cristina Kirchner y Sergio Massa, y que autorizaba la emisión de Certificados de Crédito Fiscal transferibles aplicables al pago de derechos de exportación de petróleo.
Lo que busca Massa es reeditar ese decreto, pero emitiendo un Certificado de Crédito Fiscal aplicable al pago de los derechos de exportación de soja, explicaron fuentes al tanto de la iniciativa. El certificado se gatillaría automáticamente por cada LPG (Liquidación Primaria de Granos) que cada productor emita durante el mes de setiembre.
De acuerdo al análisis que se hace en Economía, con este mecanismo el precio al productor se le mejoraría en hasta un 30 por ciento, logrando un escenario de retenciones cero que iría directo al productor, algo que reclamaban desde la Mesa de Enlace.
Las exportadoras le comprarían el certificado al productor y lo aplicarían al pago de derechos, pero el esquema prevé un mecanismo para que las cerealeras que acompañen la medida puedan aplicar de manera plena los certificados en setiembre y octubre, y las que no acompañen con más exportaciones deberían esperar a enero de 2023 para aplicar los certificados.
Como son derechos de exportación el esquema se piensa por un decreto abriendo una ventana solo por setiembre. Además, le permitiría a Massa arreglar con la Mesa de Enlace y no con las cerealeras, que por estas horas presionan a fondo a Economía para que les habilite a ellas un dólar de 200 pesos.
Massa pretende que liquiden un piso de 5.000 millones de dólares y las grandes exportadoras no quieren soltar más que 2.000 o 3.000 millones máximo.
El costo fiscal de la medida que quiere reeditar Massa es neutro, ya que los derechos de exportación se compensan con los certificados se aplicarían para nuevas ventas de soja al exterior.
En Economía destacan que el esquema privilegia al productor y le da prioridad a los nuevos dólares, poniendo en un segundo plano la recaudación de derechos, pero tienen una ventaja: no se afectan las operaciones de futuro ni los canjes de fertilizantes. El dólar sigue igual.
Además, las fuentes consultadas subrayaron que el esquema es perfectamente auditable y trazable: cada LPG se emite con clave fiscal por la web de AFIP. Fuente: lapoliticaonline.com