El INTA, referencia nacional y mundial en enfermedades virales

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La sanidad equina es fundamental para el bienestar del caballo, su rendimiento y productividad. Se traduce directamente en caballos más fuertes, longevos y capaces de realizar sus funciones de manera óptima, ya sea en deporte, trabajo o recreación. Dentro del concepto de Una Salud, la salud equina también está relacionada con la prevención y control de enfermedades que puedan afectar a otros animales y a los humanos, además de impactar en el ambiente y en el comercio.

La Argentina promueve el desarrollo de la producción equina, con la cría de caballos de distintas razas para la práctica de actividades ecuestres, así como su exportación a diferentes mercados”, afirmó Karina Trono, directora del Instituto de Virología del INTA. Asimismo, “la calidad de la actividad deportiva ecuestre nacional le aportó al caballo argentino un alto valor agregado, con una gran cantidad de equinos criados en nuestro país que se han posicionado en los mejores podios del deporte mundial”, subrayó la directora.

“Argentina se posiciona en primer lugar como productor de caballos de Polo, en 4to lugar como productor de caballos Sangre Pura de Carrera, y se encuentra entre los primeros 10 países como exportador de equinos en pie, en ese contexto asegurar la sanidad de nuestros equinos es un eslabón clave para la industria hípica”, afirmó Aldana Vissani, coordinadora del Laboratorio y del Convenio INTA Haras.

Siguiendo con Trono, “el rol del INTA es aportar desde la virología, instrumentos que permiten garantizar la sanidad y el rápido diagnóstico de situaciones emergentes, con el objetivo de cuidar la salud en todos sus aspectos”.

En ese marco, las actividades desarrolladas por el grupo de trabajo de Virus Equinos del Instituto de Virología en el marco del Convenio INTA-Haras están relacionadas con el diagnóstico, la vigilancia, la prevención y el control de enfermedades que afectan a los equinos y que de una u otra manera impactan negativamente sobre la industria del caballo en nuestro país.

El ejemplo más reciente es la participación y desde el momento cero, en la detección del virus de la Encefalomielitis equina del Oeste en el brote iniciado a finales de 2023. Este virus, que afecta también al ser humano, generó cambios en la gestión rutinaria de traslados, compraventa y bioseguridad asociada al manejo de equinos en pie. “Debido a un diagnóstico temprano, complementando a la autoridad sanitaria nacional SENASA, el país pudo iniciar acciones de control y detención anticipada de un brote de mayor amplitud”, afirmó Trono.

“Además del diagnóstico del brote de Encefalomielitis equina del Oeste (2023-2024), se destaca la participación que el grupo de trabajo de INTA ha tenido en brotes de Influenza equina (2018, 2012, 2005, 2004, 2001, 1999 y anteriores), el brote de Virus del Oeste del Nilo (2006), el brote de Arteritis viral equina (2010) y los brotes de Mieloencefalopatía producidos por Herpesvirus equino 1 (2022, 2021)”, explicó por su parte Aldana Vissani.

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