Que el consumo de leche haya ingresado a un proceso de lenta recuperación es una buena noticia para los empresarios ligados al sector. Las marcas nacionales, -tocaron un piso de 180 litros por año y por persona-, los ubicó en zona de peligro. El ánimo cambió cuando se conoció la última medición, de abril, indicando que ya se trepó a 190 y la tendencia es hacia el alza.
En ese marco se reunió la Mesa Lechera entrerriana, durante la Fiesta de la Leche en Nogoyá, y Eduardo Tonutti, vicepresidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lecheras, lo explicó de la siguiente manera para Campo en Acción: “Tenemos que reimpulsar el sector lechero, el potencial de Entre Ríos es enorme, hace años que lo digo y las herramientas están apareciendo”.
El industrial aportó que si bien los precios de los alimentos para el ganado vacuno se dispararon, tal cosa sucedió en un momento en que el valor de la leche también acompañó esa trepada. “De enero a la fecha subieron los insumos al productor, pero también su materia prima. A mayo, la situación se puede calificar de buena, estamos equilibrados y desde la industria acompañamos este proceso”.
Del contexto internacional dijo que las exportaciones de su industria oscilan entre el 20% y 25% y la marca es similar al escenario general. Y valoró que se vendan alimentos nacionales por el mundo por una cuestión pragmática: “Que haya demanda en otros lugares cuando hay problemas de poder adquisitivo en la Argentina, permite equilibrar el costeo para el mercado interno. Exportar es más una necesidad que un excelente negocio”. De todas maneras, avisó, “mi expectativa es que el consumo interno suba lentamente”.
Al trazar un camino a seguir, hizo una lectura de contexto: “Entre Ríos está en armonía, al menos desde la industria. Unidos estamos armando una propuesta para debatir con el sector productivo y el gobierno. Proponemos un programa a 10 años, que supere la coyuntura. Están apareciendo las herramientas y la conciencia social para tener un programa de lechería a una década”.