“Estamos ante la peor cosecha de los últimos 20 años en nuestra provincia, las pérdidas que esto genera no son solo para el sector agropecuario, sino que también para todos los sectores conexos, como es el caso del comercio y transporte. Las pérdidas impactarán campo adentro y afuera, además del Estado”, describió Diego Maier, al dar cuenta del daño de la sequía en el verano 2023. En relación al número global, el titular de la Bolsa de Cereales dijo: “Entre Ríos perderá 800 millones de dólares”.
La completa información estadística se conoció este miércoles en una conferencia de prensa donde directivos y técnicos de la entidad analizaron el posible impacto económico generado por el clima en los diferentes cultivos de la provincia.
“Es dramático el quebranto y preocupante la refinanciación para volver a empezar frente a una nueva campaña de fina”, dijo Martín Beglinomini, represente del sector acopio en la Bolsa. A su vez, sostuvo que “hay hectáreas que no se sembraron y que igualmente hay que pagar el arriendo, hoy ese costo esta incrementando un 40%, sacando recursos de otro lado”.
La presentación refirió a los soja, maíz, trigo y sorgo, que en conjunto representan el 95% de la superficie sembrada en la presente campaña. Los especialistas dieron cuenta que están arrojando un saldo negativo por más de 500 millones de dólares, dichos resultados surgen del cálculo de márgenes para cada uno de los cultivos y diferentes consideraciones metodológicas con el objetivo de lograr la representatividad del territorio provincial en las estimaciones. El cálculo tiene en cuenta el lucro cesante por la superficie sin utilización, equivaldría a la diferencia entre la intención de siembra y lo sembrado realmente, monetizado por el costo de arrendamiento.
Se ponderó que se observaron los resultados económicos brutos (sin descontar impuestos y gastos propios de las empresas), aunque otro modo de entender el problema es considerar las pérdidas económicas teniendo en cuenta qué tanto difieren los resultados observados con los resultados estimados (en función del rendimiento promedio histórico). De esta manera, los expertos sostienen que las pérdidas se acercarán a los 800 millones de dólares.
Además, consideraron el impacto multiplicador que tiene el sector agropecuario por sus encadenamientos con otros sectores como el comercio, transporte, industrial y otros, por lo que se debería sumar unos 150 millones de dólares. Por lo tanto, las pérdidas reales de dichos cultivos representan el 4% del producto entrerriano y 30% de las exportaciones de la provincia el año anterior, unos 1.900 millones de dólares.