“Esta entidad se anima y se animó a innovar y a ver lo que se viene; por eso crece continuamente”. La cita de Felipe Berruhet, presidente del Consejo de Administración de Cooperativa Agrícola y Ganadera Aranguren (Coopar), expresa la línea de trabajo de la entidad tras 68 años de presencia en el paisaje rural entrerriano.

Creada en 1953 como todas las organizaciones solidarias argentinas, al amparo de una necesidad de los productores por unirse en defensa de sus productos y establecimientos, Coopar –subrayó el dirigente- “cambio desde el principio, por ejemplo, desde el uso de bolsa por el granel y apelar al ferrocarril como medio de transporte; y hoy estamos en la misma con el uso de los medios tecnológicos, la exportación y las asociaciones”.

El productor precisó que la meta de hacer simple lo complejo es una necesidad para avanzar y acompañar al millar de asociados. ”Estar al frente es una responsabilidad. Y un orgullo. El presidente es la cara visible de un grupo, de un equipo y de los asociados”.

Aportó que cuentan con tres sucursales, además de la sede, y que en Crucesitas Octava trabajan para dar vida a una cuarta subsede impulsada por la necesidad de vecinos de la zona. “Llegamos a donde ni siquiera llega el Estado”, graficó.

Describió que la organización se impulsa también desde las alianzas estratégicas sin distingos entre cooperativas y privados y que el objetivo final no es solo la renta. “Nosotros no tenemos clientes, tenemos asociados; ellos son los dueños y una vez que se entiende eso todo es más fácil”, aportó.

De lo que se viene destacó el umbral de crecimiento en la actividad porcina, donde Coopar se cuenta como exportadora y productora de carne; de todos modos, generalizó al definir que “tenemos muchos proyectos, pero como empresa hacemos un impasse hasta que la economía se ordene”.

Omar Stricker, responsable de la comunicación de la entidad, definió que “llegar a los 68 años es un orgullo para la cooperativa y este 2021 nos encuentra revalorizando los principios solidarios e instalando tanto la paridad de género como las nuevas tecnologías. Quizá no nos demos cuenta, pero estamos ante una revolución”.

El comunicador expresó que “pensamos que es un punto de partida y se va consolidando desde la actividad diaria el rol de las asociadas y de los jóvenes. Cuando uno habla de la comunicación, planeamos lo interno donde hay mucho para decir y lo externo que es la imagen de la entidad en la comunidad”.

Stricker puso en valor el desarrollo del área de comunicación en la cooperativa como una herramienta que asiste al crecimiento de la entidad: “Como se evoluciona en otras áreas como ventas, comercialización y demás, hay que hacerlo en la comunicación”, sentenció el experto.