Con el agua que ya cayó sobre la zona núcleo alcanza para esperar un buen repunte de pastos y cultivos

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Son días de alegría en el campo, particularmente en varias áreas de Entre Ríos; donde las lluvias cayeron en calma sobre miles de hectáreas. Que falta agua es verdad, pero ya no tanto como la semana pasada. Los milímetros registrados sirven para pensar en un despegue de pasturas y trigales, por ejemplo.

Ampliando el panorama también llovió hacia el norte bonaerense, sur santafesino y sudeste de Córdoba, que devolvieron la esperanza ante la preocupación que venía generando la falta de agua y que comenzaba a ser una preocupación para el final de la campaña fina y comienzo de la gruesa.

Como informaron desde Infocampo, cabe recordar que, la semana pasada, ya habían llegado amplios caudales de precipitaciones a otras regiones agrícolas, pero que habían esquivado a la zona núcleo.

“Estamos todos muy contentos porque las lluvias han sido muy importantes. Estábamos con un pronóstico de lluvias aisladas y de repente estamos viendo lluvias generalizadas en el 80% de la región núcleo, con más de 30 milímetros”, resumió Cristian Russo, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario, como un reflejo del alivio que recibieron los productores en las últimas horas.

Russo detalló que el 50% de la región central del país registró entre 45 y 80 milímetros, con picos de hasta 88 mm en Bigand, 74 mm en Álvarez y 72 mm en Cañada de Gómez.

“El milimetraje ha sido muy importante, especialmente porque llegamos a la primera quincena de octubre sin agua y en un momento crítico para el trigo, el maíz temprano y el inicio de la siembra de soja”, explicó.

Cabe recordar que la falta de agua había dejado huella, con un septiembre casi sin precipitaciones y un octubre que parecía seguir el mismo camino, la sequía se había extendido al 80% de la región.

Sin embargo, “esto nos permite esperar que se cumpla con la estadística tan esperada de octubre, alcanzar los 100 mm para empezar a acumular agua para el verano,” agregó Russo.

Las lluvias llegan justo a tiempo para mejorar las perspectivas productivas de la región, que había descontado 500 mil toneladas en el horizonte productivo del trigo debido a la falta de agua.

Con pronósticos que anticipan más lluvias, el optimismo ha vuelto entre los productores. “La palabra que aparecía la semana pasada en boca de muchos técnicos y productores era ‘miedo’ por no ver agua desde el comienzo de la primavera. Este es el primer evento importante de lluvias de los últimos 5 meses”, cerró Russo, quien no dudó en calificar a este evento como un posible “punto de inflexión” para los cultivos de la región núcleo.

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