En un futuro cercano los cerdos podrían convertirse en donantes de órganos para los humanos. Las investigaciones involucran a científicos de distintos países como Alemania, Estados Unidos y Japón, y en la Argentina avanzan de la mano de profesores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), donde recientemente se desarrollaron nuevas técnicas de clonación que significarían un paso más en este sentido.
El trabajo de la FAUBA fue publicado el mes pasado en la revista científica Plos One, como resultado de cinco años de trabajo de la investigadora Carla Buemo, para su tesis doctoral. Sin embargo, el origen de estos estudios en Agronomía se remonta a dos décadas atrás, por interés de René Favaloro.
“En 1993 nos reunimos con el actual ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, y el Dr. Favaloro en su Universidad y él nos trasmitió la necesidad de contar con un mayor número de órganos para realizar trasplantes. Entonces nos señaló que los cerdos podían ser una buena fuente de esos órganos”, explicó Daniel Salamone, director del Laboratorio de Biotecnología Animal (LaBbA) de la FAUBA al sitio de divulgación científica Sobre la Tierra, y lamentó que por entonces no existieran las herramientas tecnológicas necesarias para comenzar con esos trabajos.
Años después el desarrollo de la clonación y de la transgénesis animal permitieron empezar a pensar en la posibilidad de concretar el pedido de Favaloro. Desde el laboratorio de biotecnología de la Facultad de Agronomía decidieron concentrarse en mejorar la técnica de clonación, hasta entonces muy ineficiente, para luego poder reproducir los logros que se obtuvieran en éste y otros centros del investigación del mundo con la modificación de órganos de cerdos que podrían ser trasplantados en humanos.
La nueva técnica de clonación se denomina “agregación embrionaria”. Fue usada por primera vez en Argentina por estudiantes de la FAUBA que realizaban sus doctorados y eran dirigidos por Salamone. En 2012, Andrés Gambini y el equipo del Laboratorio de Biotecnología Animal realizaron los primeros ensayos con equinos, logrando mejoras que llevaron del 2 al 10% la eficiencia de la clonación. Luego, la técnica fue trasladada con éxito por Lucía Moro y colaboradores del laboratorio a otros animales en peligro de extinción, como chitas. Ahora, a partir del trabajo publicado recientemente, también fue probada en cerdos.
Avances científicos
“El cerdo es el modelo animal útil para el estudio de enfermedades humanas y el desarrollo de nuevas terapias, debido a las similitudes genéticas, anatómicas y fisiológicas que existen entre ambos”, explicó Carla Buemo. Lo cierto es que así como a lo largo de la historia se utilizaron monos o ratones en los laboratorios, hoy muchas miradas se concentran en los porcinos para encontrar respuestas a enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson o la enfermedad de Huntington, también afecciones cardiovasculares, arterioesclerosis, cáncer y diabetes, por ejemplo.
Los trasplantes de cerdos a humanos ya son una realidad en casos como las válvulas cardíacas y transferencias de piel, aunque se utilizan sólo de manera transitoria, porque también generan rechazo en las personas. “Se tienen que modificar ciertas proteínas provenientes del animal para que nuestro organismo no rechace esa piel”, explicó Buemo, e indicó que los estudios con xenotrasplantes prevén trasplantar, en el futuro, un corazón de un cerdo a un humano.
En esta dirección, muchos científicos hoy buscan modificar los órganos de los cerdos con transgénesis para que no generen rechazo en las personas. Pero al mismo tiempo -explican desde la FAUBA- es necesario ajustar previamente las técnicas de clonación para que esas mejoras alcanzadas puedan ser reproducidas correctamente.
“Nuestro trabajo consistió en hacer ciertas modificaciones en la técnica de clonación para hacerla más eficiente, porque hasta ahora sólo entre 1 y 5% de los embriones que se clonan llega a trasplantarse en un animal receptor y a desarrollarse correctamente. Por esa razón, cualquier mejora que podamos lograr para aumentar esta eficiencia es muy importante”, dijo.
Los logros obtenidos fueron evidentes: “Mediante la técnica de agregación obtuvimos una mejor expresión de los genes, un mayor tamaño de embriones y un mayor número células. Además, se logró mejorar la calidad embrionaria y obtener una mayor tasa de desarrollo”, detalló Buemo, y agregó: “El cerdo se reproduce rápidamente. En tres meses, tres semanas y tres días se pueden obtener 10 o 12 crías de un solo animal. Eso hace que la técnica sea más eficiente respecto de otros animales, como los bovinos”.
Salamone se refirió a la técnica de agregación embrionaria: “El concepto clave es que, en la naturaleza, un embrión se genera a partir de dos núcleos (del padre y la madre). En cambio, cuando se clona con la técnica mas comúnmente usada, por lo general se genera una cría a partir de un solo núcleo. Nosotros pensamos que si clonábamos con más de un núcleo, las crías iban a ser más viables”. Al parecer la hipótesis era cierta.
Salamone adelantó que están siguiendo de cerca los trabajos que se hacen en Japón para modificar órganos de cerdos, así como en Alemania con xenotrasplantes. “Hay una serie de tecnologías dirigidas a producir órganos de una especie en otra. Ya se obtuvieron avances en otros animales y, en ese sentido, pensamos que el cerdo sería un buen modelo”, afirmó.