El oficialismo en la Cámara de Diputados empezó a negociar estos días el apoyo de la oposición para intentar sancionar una nueva ley de semillas antes de fin de abril próximo.
Según pudo saber y escribió Fernando Bertello de LA NACION, el oficialismo tiene como meta esa fecha antes de que tome más temperatura la campaña electoral. El tema fue abordado recientemente por referentes legislativos de Cambiemos de cara al inicio del período de sesiones ordinarias. En rigor, se avanzará en la sanción solo si hay respaldo de la oposición, caso contrario la ley no tendría chances.
La actual ley data de 1973, cuando no existían los cultivos transgénicos y la soja apenas cubría una superficie de 370.000 hectáreas.
El año pasado, el oficialismo en la Cámara de Diputados logró emitir dictamen con sus propios legisladores a un proyecto de semillas. Como principal novedad desde 1973, habilitó que se grave el uso propio, la modalidad por la cual el productor viene guardándose sin restricciones parte de la cosecha de soja para usar como semilla en la siguiente campaña.
El dictamen también implica que los denominados obtentores de un producto puedan cobrar por las sucesivas repeticiones de siembra mientras dure la vigencia del registro de la variedad. Además, establece que las empresas semilleras informen el valor de una regalía para cinco años.
La norma considera, no obstante, que quedan "salvaguardados" con el uso propio pueblos originarios, miembros de la agricultura familiar y los pequeños productores con una facturación de la categoría micropyme no mayor a 4, 8 millones de pesos.
Por otra parte, reconoce al Instituto Nacional de Semillas (Inase) como único órgano de control en semillas, descartando la presencia de cualquier otro instrumento privado como hubo cuando Monsanto instaló un mecanismo privado para analizar la soja en los puertos y detectar si contenía su evento de resistencia a insectos Intacta.
Ese dictamen estuvo a punto de llegar al recinto, pero quedó en stand by en medio de una disputa entre el oficialismo y la oposición en ese momento con el trasfondo de la controversia porque la oposición le arrebató a Cambiemos un lugar en el Concejo de la Magistratura.
En Cambiemos dicen que tienen 106 votos "alineados" para votar la norma en el recinto, pero reconocen que solo podrán llegar a los 129 del quórum y a la posterior aprobación con el apoyo de la oposición y, sobre todo, del peronismo.
"Se precisa del peronismo", lo resume alguien conocedor de lo que fue el tema semillas en el Congreso el año pasado. No pasa inadvertido el dato de que el peronismo terminó 2018 mucho más abroquelado, esto es en sus distintas vertientes internas, y que por ese lado ahora puede resultar difícil conseguir su apoyo para semillas.
Pero hay buceos para ver hasta dónde puede llegar un eventual respaldo del peronismo. El oficialismo tiene la voluntad de "explorar", como lo define un operador, un apoyo que permita justamente despertar el tratamiento en medio del año electoral. "La realidad es que esto va a depender de lo que haga el peronismo", insiste la fuente.
Esa voluntad de "explorar" un respaldo del peronismo parte de la premisa de que, salvo detalles o algún otro punto, no hay mucho más que conversar sobre el asunto al menos desde lo técnico. Es decir, pasa por lo político. Se avanza con la aprobación o no, más allá de lo que se pueda incorporar a la norma.
El año pasado, en el fragor del debate por el dictamen, la oposición pidió en reiteradas veces que el tema, abordado en una reunión conjunta de las Comisiones de Agricultura, Presupuesto y Hacienda y Legislación General, volviera a la Comisión de Agricultura para retomarse la discusión. El oficialismo se mantuvo en su posición y logró sacar dictamen. Ahora Cambiemos está buscando la mano de la oposición para avanzar antes de fin de abril y evitar que el tema luego quede en segundo plano por la campaña electoral.