Bioceres, a través de su subsidiaria Bioceres Crop Solutions Corp. (NYSE:BIOX), adquirió este jueves derechos sobre nuevos eventos biotecnológicos en trigo que mejoran las cualidades nutricionales e industriales de las harinas y productos derivados, enfocados en el bienestar del consumidor para Argentina y América Latina.
El acuerdo, por el cual Bioceres adquirió licencias exclusivas y no exclusivas de un portfolio de 94 patentes y solicitudes de patentes de la firma americana Arcadia Biosciences Inc. (Nasdaq:RKDA) y sus licenciantes, incluye variedades de trigo reducido en gluten, con alrededor de un 65 por ciento menos de gluten en comparación con variedades convencionales, manteniendo el mismo sabor y rendimiento del trigo tradicional.
Además de las variedades de bajo gluten, Bioceres adquirió derechos a trigos con tecnología de almidón resistente, que confiere a las harinas y sus productos hasta 10 veces la cantidad de fibra de un trigo tradicional, evitando de esta manera un rápido aumento de los niveles de glucosa en sangre durante la digestión de productos manufacturados con estas harinas.
El paquete tecnológico vinculado a trigo se completa con variedades con estabilidad oxidativa, un atributo que permite extender la vida en góndola de las harinas, especialmente en harinas integrales.
Estas tecnologías permiten la producción de harinas con un menor grado de aditivos y procesamientos ulteriores, atendiendo una creciente demanda por los denominados productos de “etiqueta corta” que incluyen información clara y precisa para los consumidores. Estos productos son el resultado de técnicas modernas de edición genómica y serán comercializados bajo la marca GoodWheat™, ya presente en los Estados Unidos.
Este anuncio se suma a la reciente aprobación del Trigo HB4® desarrollado por Trigall Genetics, subsidiaria del mismo grupo. El Trigo HB4 es el primer desarrollo a nivel mundial para la tolerancia a sequía en este cultivo, resultando en un aumento de productividad promedio del 20% en condiciones estrés hídrico. Los sistemas de producción HB4 (trigo-soja) permiten un mayor nivel de fijación de dióxido de carbono. Asimismo, bajo prácticas de agricultura regenerativa, por cada hectárea y año donde se aplica la tecnología HB4, es posible secuestrar la misma cantidad de gases de efecto invernadero que emite un vehículo de ciudad en funcionamiento por seis meses.