La entidad dio a conocer un análisis en el que concluyó que la producción caerá en 2019, pese al “gran esfuerzo de los productores”.
“Es histórico que el girasol presenta a nivel local un mercado cartelizado, en el cual una oferta atomizada compite contra una demanda oligopólica en la cual solo tres firmas concentran un 70% del mercado”, arrancó CRA. “Sin un valor de referencia claro en los mercados, la transparencia en la dinámica de precios está condenada, y su presencia se nota con mayor sensibilidad en momentos de baja de precios, donde los demandantes frente a estos escenarios continúan manteniendo sus brechas de precios poco claras con respecto a Rotterdam, que finalmente ajustan sobre el eslabón más débil, el productor”, señaló en el texto.
Para la entidad, analizar los fundamentos de la baja del precio internacional del 17% es solo “una parte de la película”, en relación a la mala cosecha mundial que se dio principalmente en Ucrania y Rusia, que este año repuntó 6,5% por excelentes condiciones climáticas en el hemisferio norte, lo que empujó los precios a la baja. “El precio de referencia de Rotterdam aceite bajó hasta tener un equivalente en girasol de US$ 293/tn a los cuales todavía queda restarle los costos de fobbing y los derechos de exportación de $4/dólar, hoy cercanos al 10%”, agregó.
“Hoy en cosecha el valor más repetido en las operaciones de venta es de US$ 217 /tn, sensiblemente menor a la capacidad de pago real de la industria que hoy afirma que solo puede pagar $8400/tn. Y así lo informa en las pizarras de referencia, que parecen que empezaron a funcionar después de mucho tiempo de no informar precios”, denunció el comunicado.
En ese sentido, afirmó que “la distorsión es tan grande que ya llega a los US$ 43/tn”. “Y se riñe no solo con las matemáticas sino también con los cálculos oficiales: el Ministerio de Agroindustria pública una capacidad de pago de la industria que hoy marca una diferencia con la pizarra de $830/tn”, aseguró.
A ello sumó la no aplicación del descuento de los derechos de exportación en la producción de Primicia del Norte, ya que su principal destino es el mercado interno, pero se descuenta en forma completa. “Como siempre el que termina pagando es el productor”, lamentó CRA.
“Los productores sembraron con una expectativa de precio de US$ 300/tn y hoy venden a US$ 83 menos y de esos un 52% corresponde a una distorsión del precio ofertado de compra muy difícil de explicar. Si bien su aceite forma parte de la dieta doméstica, no se han realizado esfuerzos suficientes para mantener activas las exportaciones, ya sea de grano tal cual o de su aceite y expellers”, disparó.
Y comparó el caso de la soja, donde se registraron fuertes inversiones en fábricas de molienda y activa exportación del grano en un mercado con transparencia. “Lo contrario ocurre con el de girasol, donde el productor sigue cautivo de unos pocos compradores que pagan precios, muchas veces alejados de la realidad internacional del producto en un mercado cartelizado, con prácticas comerciales generalmente viciadas y alejadas de lo que sería contar con mecanismos transparentes e idóneos de formación de los precios”, sostuvo la entidad que conduce Dardo Chiesa.
Ante esta situación, exigió “recibir la atención de las autoridades para encontrar caminos que permitan acciones público-privadas tendientes a lograr volúmenes de exportación tanto del grano como sus subproductos”.
“Ningún mercado y menos uno de exportación se desarrolla sin volumen, pero bajo estas condiciones de mercado actuales es factible que la producción el año entrante vuelva a caer”, cerró CRA.
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