La campaña arrocera viene pasada de agua. La mitad de los días de enero fueron lluviosos y con acumulados pluviales de más de 500 milímetros. Este escenario climático tuvo dos consecuencias: hay más de 10.000 hectáreas de arroz inundadas y en todos los lotes faltó luminosidad solar, una variable clave para los rendimientos.
En la zona de San Salvador y Jubileo en Entre Ríos, Lucas García, que asesora a la empresa Schmuckler, estima que durante enero la radiación solar cayó un 70% por la cantidad de días nublados y con precipitaciones. “Calculamos una pérdida de 1.000 kilos de rinde por hectárea”, le contó a Gastón Neffen de CLARIN RURAL.
Luis Marcogiuseppe, productor arrocero desde hace 40 años en el centro de Entre Ríos y tesorero de la Fundación Proarroz, coincidió en el diagnóstico de una campaña muy difícil. “El clima nos pegó durísimo. En mi campo, el régimen anual de precipitaciones es de 1.200 milímetros y sólo en enero se acumularon 580 milímetros. Estimamos una pérdida de rinde de un 20%”, aseguró.
En los lotes, además, los asesores están observando un porcentaje mayor de granos vanos, cercano al 20%. “Es cuando entre los granos de la espigas se ven cáscaras vacías. En una espiga de 110 granos, quizás contamos entre 15 y 25 cáscaras que están vacías. En parte influyó que durante diciembre también hubo muchas noches con temperaturas frías”, explicó García.
Otra cuestión importante son las inundaciones. Todavía se está estimando cuántas hectáreas se van a perder por los anegamientos. El Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe informó que hay 3.000 hectáreas que ya se consideran “irrecuperables” en la costa arrocera santafesina (de una superficie cercana a las 26.000 hectáreas implantadas) y en Corrientes estiman un área afectada de 8.000 hectáreas (se sembraron unas 95.000 hectáreas con arroz). También hay unas 1.000 hectáreas complicadas en Entre Ríos (se sembraron 60.000 hectáreas). El resto del área arrocera (unas 15.000 hectáreas) se divide entre Chaco y Formosa.
Por los problemas climáticos, en el centro de Entre Ríos los productores esperan cosechar unos 6.300 kilos por hectárea, un rendimiento que deja los números en rojo en campo arrendado (el rinde de indiferencia es de entre 7.300 kilos) y que apenas alcanza para atajar los costos en campo propio.
“El problema es que los insumos los compramos con un dólar a $ 39 y el arroz lo exportamos con un dólar a $ 35 por las retenciones. La verdad es que trabajamos para fundirnos”, insistió Marcogiuseppe. Los derechos de exportación tienen un impacto relevante en el cultivo porque el 60% de la producción argentina de arroz, que viene oscilando cerca de las 1,2 millones de toneladas, se exporta.
En este escenario, las entidades arroceras solicitaron la semana pasada que se suspendan las retenciones por 180 días. “Los 4 pesos por dólar nos representan 44 dólares por tonelada, de los 350 dólares del valor bruto. O sea, el derecho de exportación es un 15% del producto final, y nos deja afuera del mundo porque en las licitaciones internacionales se gana o se pierde por 5 dólares”, explicó Federico Gadea, presidente de la Cámara de Industriales Arroceros Argentina.
La cosecha argentina de arroz hace varios años que está estancada, a pesar del potencial para producir el cultivo que hay en el Litoral, y con un claro éxodo de los productores pequeños y medianos. “Hace 20 años, en Entre Ríos éramos más de 700 productores y quedemos 150 arroceros. Nos consideramos una especie en peligro de extinción”, concluyó con ironía Marcogiuseppe.
Contexto
El Gobierno entrerriano recibirá el miércoles a representantes del sector arroceros
Emergencia agropecuaria y tarifas eléctricas serán los temas centrales a analizar. Es posible que el encuentro sea encabezado por el gobernador Bordet. Así lo comentó Danilo Lima en su publicación en DOS FLORINES.
En medio de la grave crisis del sector fuertemente afectado por los aumentos de las tarifas eléctricas, el clima y la vuelta de las retenciones, los dirigentes de las entidades arroceras de la provincia serán recibidos el próximo miércoles, a las 12, en la Casa de Gobierno.
Si bien aún no está confirmado, es muy probable que el encuentro sea encabezado por el gobernador Gustavo Bordet, además, claro, del secretario de Producción, Álvaro Gabás, y las autoridades de Energía de Entre Ríos SA (Enersa).
La audiencia tendrá lugar cuando está a punto de arrancar la cosecha de arroz en Entre Ríos en Corrientes, la principal provincia productora, ya arrancó que, según las primeras estimaciones, será menor que la del ciclo anterior, básicamente por el impacto del clima que perjudicó el desarrollo del cultivo. Ya se descuenta que las pérdidas, en el mejor de los casos, serán superiores al 20% y no se descarta que en algunas zonas sean sustancialmente mayores.
En este marco, seguramente, se analizará la posibilidad de declarar la emergencia agropecuaria, algo que debe realizar el Gobierno provincial, para que luego sea homologada por la Nación.
Esta semana, el secretario de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, se reunió con los arroceros entrerrianos en Buenos Aires y les dijo que le llamaba la atención que la provincia aún no hubiera declarado la emergencia, tras lo cual desde la oficina de prensa de la cartera recordaron los beneficios que prevé la legislación. En clave política, luego de remarcarles que la Nación no dará marcha atrás con las retenciones su eliminación o reducción es hoy el principal reclamo sectorial, Etchevehere le tiró la pelota a Bordet.
Declarar la emergencia agropecuaria, sin embargo, no depende de una decisión política de tal o cual gobierno porque la ley exige que para que ello suceda es necesario que la afectación de la producción sea del 50%.
El otro tema a debatir será el de las tarifas eléctricas. Los arroceros, al igual que el resto de los sectores productivos entrerrianos, se quejan porque, argumentan, el valor de la electricidad en Entre Ríos es mayor que en otras provincias, mientras Enersa y la Administración Bordet invariablemente responsabilizan de las subas a la política económica y tarifaria que lleva adelante el macrismo.
La respuesta del Gobierno provincial, no obstante, fue rápida acaso porque la campaña electoral ya está en marcha y, tal vez, en el encuentro del miércoles se anuncie alguna decisión que pueda, al menos, atemperar el malestar de los arroceros.