Pablo Fontanini, confirmó que las precipitaciones han sido muy escasas y señaló que esta situación “desde junio-julio imposibilitó la concreción del área planificada de trigo. Pensábamos que íbamos a superar las 630.000 hectáreas y la proyección es de 570 mil hectáreas con lotes que atraviesan un importante estrés hídrico y se suman las altas temperaturas”.
El experto de la Bolsa de Cereales de la provincia acotó a Campo en Acción por ELONCE RADIO&STREAM, que “en septiembre, en promedio, se totalizaron 35 horas por encima de 30ºC, lo cual va en detrimento del rendimiento potencial del trigo”.
Describió que “la peor zona es el suroeste entrerriano, es decir, los departamentos Paraná, Diamante, Victoria, Nogoyá. En la zona sureste hubo algunos eventos, y sobre todo en el centro norte, que mejoraron la condición”.
Enseguida recordó que “el 70 por ciento de la producción granaria se ubica hacia el centro-sur y, de ese total el 40 por ciento es el suroeste, que es una de las áreas más afectadas”.
“Se suma que se ha imposibilitado la concreción de la siembra de maíz de primera. Hay lotes sembrados, pero las plantas están frenadas, con escaso desarrollo, por falta de agua. Se necesitan unos 30 milímetros para homogeneizar la cama de siembra y poder implantar este cultivo”, dijo Fontanini.
Debido a lo que causó la chicharrita en la campaña pasada, la estrategia del productor para este año era “sembrar exclusivamente maíz de primera y temprano, no obstante, lo cual pensábamos en una caída del 45 por ciento del área cultivada”. El avance de la siembra hasta la semana pasa era del 73 por ciento.
Estimó que “las hectáreas que se cedan de maíz, posiblemente la tome la soja de primera”, por lo que la oleaginosa llegaría a 1.250.000 hectáreas sembradas con la misma en Entre Ríos.
Los próximos 15 días serán claves, pero “las lluvias vienen muy complicadas”. Pese a esto, adelantó que, como los monitoreos actuales no dan cuenta de la presencia de chicharrita, tampoco se descarta que se haga algo de maíz de segunda, lo cual “hace dos meses era totalmente impensado.
“Se está instalando una situación de sequía, sobre todo en la costa del Paraná y el suroeste. Hay una advertencia de Niña, pero venimos de un escenario complicado”, expresó el profesional.
Añadió que “tienen que empezar a ingresar vientos del noreste que recarguen humedad para que se genere el cambio de entrada a la primavera con mayores lluvias para tener por lo menos 100 milímetros de promedio en octubre y noviembre, pero estamos en una transición difícil para alcanzar esto”, cerró Fontanini.