Las perspectivas indican que en el área central del país, Patagonia y norte argentino, se transitaría con condiciones térmicas normales, a excepción del este de Buenos Aires y Entre Ríos donde prevalecerían condiciones más frías. Especialistas del INTA analizan el impacto que podría tener en las plagas y enfermedades.
Si bien en otoño suele ser normal la entrada de masas de aire frío, este año a diferencia del año pasado el descenso de las temperaturas fue marcado y poco común para mayo. En esta misma línea, los pronósticos climáticos anticipan que el final del otoño e inicios del invierno podría ser más frío que los que suele ocurrir, en especial, en el este de Buenos Aires y Entre Ríos. Frente a este escenario, especialistas del INTA analizan los pronósticos y anticipan el impacto que podría tener en las plagas y enfermedades.
Pablo Mercuri –director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA- indicó: “Durante los últimos 20 años han prevalecido inviernos más benignos que lo normal (Temperaturas medias invernales por encima de los valores históricos, si se consideran las series de años 1960-2000), lo que ha contribuido a que muchos insectos vectores, plagas y patógenos de áreas tropicales y subtropicales amplíen hacia el sur sus áreas de incidencia, alcanzando latitudes de zonas templadas”.
Ante la perspectiva de un invierno normal y la ocurrencia de heladas con distribución territorial temprana y acorde a la climatología esperada para esta estación del año, “es una condición promisoria que podría limitar la expansión de malezas y diferentes plagas, que han logrado prevalecer los últimos años, como podría ser el caso de la chicharrita Dalbulus maidis (vector de los fitopatógenos causantes del achaparramiento del maíz), tema que se encuentra actualmente en estudio y sobre el cual el INTA apunta a generar mayores precisiones próximamente”, afirmó Mercuri.
En esta misma línea, Natalia Gattinoni, especialista del Instituto de Clima y Agua del INTA, explicó: “Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el INTA, el mes de abril finalizó con 1 a 3 días con temperaturas por debajo de los 3°C, comenzando a mostrar los primeros indicios de ocurrencia de heladas agrometeorológicas”.
En esa línea, indicó que “en esta primera década del mes de mayo las temperaturas mínimas más bajas se ubicaron por debajo de los 2°C en gran parte de la región Pampeana, Cuyo, NOA y Patagonia; mientras que las temperaturas por debajo de 0°C se registraron sobre el sur de Buenos Aires, sur de Córdoba, La Pampa. Incluimos también a Cuyo y Patagonia”.
Según la información histórica, la fecha de ocurrencia de las primeras heladas meteorológicas en el sur de región Pampeana y sur de Cuyo, suele darse en promedio entre el 1 y el 15 de mayo. Mientras que en la segunda parte del mes suelen observase en promedio las heladas en el resto de dichas regiones.
Los datos climáticos -para gran parte del litoral y norte argentino- anticipan que la fecha de ocurrencia de heladas meteorológicas es anterior a la fecha media. Gattinoni hizo hincapié en que “la ocurrencia de heladas puede anticiparse teniendo en cuenta factores meteorológicos como la temperatura del aire, la humedad relativa y la velocidad del viento”. Generalmente, las heladas son más probables durante las noches despejadas y con poco viento, situación que permite que la tierra pierda calor y se enfríe más rápido.
Sobre la posibilidad de pronosticar una helada, la especialista señaló que “la precisión de los pronósticos meteorológicos disminuye a medida que se alejan en el tiempo”. Es decir, “los pronósticos a corto plazo (de 1 a 5 días) suelen ser más precisos que los pronósticos a largo plazo. Por lo tanto, es recomendable consultar pronósticos actualizados regularmente para obtener la información más precisa sobre la posibilidad de heladas o descensos térmicos marcados”, concluyó Gattinoni. Y agregó: El invierno pasado fue más cálido que los inviernos históricos y la frecuencia de días con heladas fue menor que los valores esperados en gran parte del centro y norte argentino”.
De acuerdo con la meteoróloga, “el pronóstico climático trimestral elaborado desde el SMN indica que, para el área central del país, Patagonia y norte argentino, existen mayores chances de transitar un trimestre en condiciones térmicas normales para la época, excluyendo el este de Buenos Aires y Entre Ríos donde prevalecerían las condiciones medias más frías”. Además, destacó que “los pronósticos de temperaturas mínimas extremas están indicando una mayor frecuencia de temperaturas bajas, especialmente sobre el centro y sur del país”.
En agronomía, el concepto de helada agrometeorológica corresponde al descenso de la temperatura del aire por debajo de los 3°C registrados a 1.5 metros en abrigo meteorológico. Este umbral está asociado a valores de temperatura cercanos o inferiores a los 0°C a nivel del suelo, que darán las condiciones para la ocurrencia de helada.
Pronóstico de heladas
El Instituto de Clima y Agua pone disposición del productor herramientas para el seguimiento de la ocurrencia de heladas y de bajas temperaturas. El pronóstico de heladas se actualiza los miércoles de cada semana junto con el informe agrometeorológico semanal y puede consultarse en la página web. “Se extiende a seis días y se obtiene a partir de la adaptación e interpretación del modelo meteorológico GFS (temperatura del aire a 2 metros del suelo)” indico Vanesa Ramis pronosticadora del instituto.
También se cuenta con el pronóstico agrometeorológico desde la página http://siga.inta.gob.ar/#/forecast , donde cada usuario puede seleccionar su ubicación y cultivo de interés y su etapa fenológica, para obtener información de pronóstico local junto con indicadores como umbrales de temperaturas críticas.
Complementando la información de las estaciones meteorológicas, desde información satelital podemos tener el registro de las temperaturas en superficie desde la página https://sepa.inta.gob.ar/productos/eventos_extremos/heladas/ .