Ariel Panozzo Galmarello pintó un panorama complicado de la citricultura, sumándose a las declaraciones mediáticas realizadas por un productor citrícola del Departamento Concordia, que mostró su profundo malestar por las políticas aplicadas por el gobierno nacional en las economías regionales y, entre otras cosas, aseguró que “la citricultura acaba con mi generación, termina en un cementerio de plantas”.
En diálogo con VILLA DEL ROSARIO.NET, el presidente de la Federación del Citrus sostuvo que “es una realidad que la citricultura termina en un cementerio de plantas; lo mismo que otros productos de economías regionales como la caña de azúcar, manzanas, peras, entre otras”.
Luego, Panozzo Galmarello señaló: “visualizo una ignorancia total de parte de los funcionarios de Hacienda responsables del agujero cuasifiscal originado por los intereses pagados a través de los instrumentos que permitieron la bicicleta financiera-, que toman medidas que no recaudarán, porque no se podrá exportar, en un año de precios bajos a nivel internacional, con un euro que se desprecia”. Y agregó que “vemos la crisis de las naranjas y mandarinas en España, donde directamente no se pueden cosechar”.
En ese sentido, el dirigente citrícola resaltó que “no veo en el Foro ninguna opción de medida contundente contra esta política de retenciones contra una actividad que ocupa mano de obra y, por estar lejos del puerto, agrega muchos servicios y elementos como Packing, cosecha, envases y productos, todos componentes de otras actividades de las que tenemos que pagar retenciones cuando el producto en sí, cítricos u otros, tienen un porcentaje de retención de más del 33%”. Además, precisó que “hablamos de Foros y de acciones para convencer a los funcionarios, etc., pero lo cierto es que si no tomamos medidas estas retenciones seguirán, como muchos impuestos, por muchos años, y dejarán cementerios en todas las provincias de las actividades regionales”.
“Tendría que pensarse en otra manera de acción como última opción, pero tenerla en cuenta, porque ya hemos visto cómo están desapareciendo empresas grandes y medianas en diferentes actividades”, remarcó Panozzo Galmarello y manifestó que “pensar que a mí no me pasará y si al vecino, cuando el Titanic se hunde y no queda casi nadie, porque no hay tantos botes salvavidas para toda la actividad; de que sirve tasa subsidiada si la actividad no es rentable, de que sirven migajas de beneficios al no considerarse todos los participantes o actividades en dichos beneficios”.
Por último, el titular de la FeCiER aseguró que “las consecuencias ya las conocemos y los resultado de esta decisión también. No se podrá exportar en plenitud, por ello los exportadores no recaudarán, se saturará el mercado interno, habrá malos precios de productos industriales, con bajos precios que con suerte pagarán la cosecha, habrá menos rentabilidad, menos recaudación de impuestos, etc.; estas medidas llevan a la destrucción y quiebra de muchos, y las medidas concretas son muy pocas, solo entregan una cafiaspirina y la verdad que tenemos un cáncer que puede ser terminal”.