1.000 millones de árboles para el 2030

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Durante un webinar de Expoagro Digital YPF Agro se analizó la situación actual de la Forestación y el Desarrollo Sostenible en Argentina. Especialistas destacaron las posibilidades de inversiones en el sector forestal. Basadas en el desarrollo sostenible, son muchas las oportunidades para mitigar el cambio climático y fortalecer la industria y los negocios.

El sector forestal, desde el punto de vista ambiental y a nivel local e internacional, es parte de la solución; que involucra no solamente los productos tradicionales como el papel y la madera, sino la construcción en madera cada vez más usada a nivel mundial. Además, hay múltiples productos a partir de la bioeconomía, de las biorrefinerías no solamente energía sino derivados de la biomasa

En un panel moderado por Fernando Vilella, ingeniero agrónomo y director del Programa de Bioeconomía de la UBA, especialistas con visiones diferentes y de sectores vinculados a lo forestal, disertaron sobre la actualidad de esta actividad tan importante en varias regiones de Argentina, además de un sector trascendente en lo ambiental.

En esta oportunidad, el webinar estuvo integrado por Claudia Peirano, directora ejecutiva de la Asociación Forestal Argentina (AFoA); el Dr. Patricio Mac Donagh, Experto forestal y profesor de la Universidad de Misiones; y por Mayco Mansilla, Ingeniero Agrónomo y emprendedor.

Vilella destacó que “más allá de la importancia económica que tiene la actividad y la generación de oportunidades de trabajo, la actividad forestal posee una función desde el punto de vista ecológico que no podemos dejar de ver. Los árboles pueden captar el carbono de la atmósfera”.

La foto de la producción en Argentina

Contextualizando el tema, Peirano contó acerca de la elaboración de un plan estratégico forestal y foresto industrial con las oportunidades de Argentina para el desarrollo al 2030, a mediano y largo plazo, que abarca toda la cadena. “El sector forestal ayuda a atenuar el cambio climático. Permite la generación de empleo, y desarrollo local y regional”, sostuvo.

Si bien Peirano hizo referencia a la Ley 26.331 de Argentina, la cual determinó que las provincias hagan un ordenamiento ambiental de sus bosques y comprobó que existen alrededor de 53 millones de hectáreas de bosques nativos; no obstante, en relación con la industria, destacó la Ley 25.080 referida a plantaciones forestales. “En este caso, hablamos de 1.3 millones de hectáreas de bosques cultivados”, dijo.

De ese número, el 80% se encuentra en la Mesopotamia, un 5% en la Patagonia, y el resto en Córdoba y en el Norte del país. “Ese millón abastece al 95% de la industria forestal del país”, aseguró Peirano.

Además, explicó que “el crecimiento de las plantaciones forestales nativas es de 2 metros cúbicos por año”. Y, en cultivadas es entre 20 y 50 metros cúbicos, según la región específica. De estos esos datos, también se descubre la influencia de la actividad forestal en su aporte a la mitigación del cambio climático.

Por otro lado, la directora ejecutiva de AFoA contó que “de ese millón, se consume solo la mitad de la producción. Entonces hay una oportunidad de inversión, de empleo y de ingreso de divisas. Tenemos todas las posibilidades de suelos que no compiten ni con nativos ni con agricultura”.

El impacto de la pandemia en el sector forestal

Por su parte, Mac Donagh expresó que hasta el año 2019, los precios estaban en baja y Argentina no era competitiva a nivel mundial. “Pero con la pandemia subieron los precios, hubo aumento de la demanda de madera -tanto interna como externa- para actividades en los hogares, y de papel para los embalajes del comercio por Internet”, dijo.

Además de mencionar como uno de los factores de crecimiento a nivel internacional de Argentina al precio de la moneda argentina, Mac Donagh explicó que “eso no se ha traducido en un cambio en las condiciones internas del sector. Hoy en la Mesopotamia nos sobra madera. Hemos incentivado la forestación, que tiene ciclos de 20 años, y hoy hay sobre oferta de madera”. Esta situación, lleva a tener “una capacidad instalada baja para consumir y trabajar todo lo plantado”. Y señaló que aquí se presentan posibilidades y oportunidades de inversión para aprovechar estos altos precios y alta demanda.

“Hay que innovar, cambiar un poco el sector. Estamos declinando como sector, podemos usar parte del descarte de la madera para hacer biomasa forestal. Estaríamos tratando de entrar a un nuevo escenario donde lo determinante va a ser cómo resolvemos esta sobreoferta de madera y cómo hacemos jugar a los nuevos paradigmas de la bioeconomía, que pueden ser de alguna forma las nuevas industrias en base a la bioenergía. Una alternativa muy interesante que además de generar dividendos y empleo contribuye con el desarrollo sustentable”, aseguró Mac Donagh.

Una integración inteligente entre la forestación y la ganadería

En este webinar de Expoagro Digital sobre la Forestación y el Desarrollo Sostenible en Argentina, Mansilla exhibió su emprendimiento en el norte de Santa Fe, Ecobosques Ganaderos donde se vinculan la forestación y la ganadería. “Si bien muchas veces la ganadería es señalada por la emisión de GEI, produciendo con un sistema silvopastoril el balance de carbono es cercano a la neutralidad”, aseguró.

“Incorporar la forestación a planteos ganaderos es como si fuese poner un segundo piso al campo”, indicó y agregó: “Estamos haciendo un sistema mucho más eficiente y desde el punto de vista ambiental tiene muchísimas ventajas. Por un lado, mayor captura de carbono; tenemos la posibilidad de que las raíces de los árboles absorban los nutrientes desde la profundidad del suelo; y además generar un microclima, la energía la usamos mejor y evitamos pérdidas”. También afirmó que, desde el punto de vista social, las dos actividades generan más empleo; y, desde lo económico, vincular las actividades genera rentabilidad a más corto plazo.

Mansilla contó que este emprendimiento se realiza en módulos de 300 hectáreas silvopastoriles, con inversiones de terceros. “Son fideicomisos, con una rentabilidad anual en dólares de entre el 10 y el 15 %”, dijo.

Además, señaló las tendencias de los consumidores por obtener productos más sustentables, la posibilidad de la certificación internacional de la carne producida en este tipo de sistemas, de acceder a los beneficios de la Ley 26.332. Y destacó como importante que “la madera cumple con los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU”.

La industria forestal “no está en la agenda de Argentina”

Más allá de las posibilidades de inversión y crecimiento como otras actividades en Argentina, hoy el sector de la industria forestal posee puntos para revisión.

Según indicó Mac Donagh, “la logística, como el estado de los caminos rurales, es una de las trabas para que el sector pueda mejorar en competitividad, faltan obras de rediseño y mantenimiento. Otro de los factores de la falta de competitividad son las inversiones y la capacitación transversal, desde los operarios hasta los industriales y empresarios”.

“Otro de los problemas es la financiación y la falta de reglamentación”, dijo Peirano, y agregó: “Argentina podría tener 1.000 millones de árboles para el 2030, en todos los múltiples usos. Como dicen en la UE: el árbol correcto, en el lugar correcto, y con el destino correcto. Pero todo esto no está en la agenda de Argentina. Desde que se planta un árbol hasta que se cosecha, pasan 3 o 4 gobiernos. El sector necesita políticas de Estado, ya que genera empleo, ingreso de divisas y oportunidades para el país”.

“Tenemos la oportunidad de volver a sumarnos a la inversión”, dijo Peirano. Hoy el sector emplea a 100 mil personas, más que la actividad automotriz que posee un poco más de 90 mil. “Tenemos la posibilidad de duplicar esos puestos de trabajo”, coincidieron.

Vilella, ingeniero agrónomo y director del Programa de Bioeconomía de la UBA, para cerrar el webinar repasó: “El sector forestal, desde el punto de vista ambiental y a nivel local e internacional, es parte de la solución; que involucra no solamente los productos tradicionales como el papel y la madera, sino la construcción en madera cada vez más usada a nivel mundial. Además, hay múltiples productos a partir de la bioeconomía, de las biorrefinerías no solamente energía sino derivados de la biomasa”.

Por todo lo anterior, “este sector tiene que ser puesto sobre la mesa como un actor principal”, finalizó Vilella.

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