Su engorde a corral desaprovecha el elevado potencial para producir carne, incluso para la exportación.
A fines de la década de 1990 se calcula que se mataban en la Argentina unos 500 mil novillos pesados Holando. En su mayoría con destino a la exportación. Desde entonces, y en función de la caída en el número de vacas lecheras en el rodeo nacional, puede calcularse que se faenan por año unos 350 mil a 400 mil machos Holando.
Puede estimarse que de esa faena, 75 a 80 por ciento se sacrifica como novillito con unos 380 kilo de peso vivo, con destino al consumo interno. Son animales provenientes del feedlot o de los mismos tambos, que hace ya más de una década en su mayoría engordan los machos. Así lo asegura el analista Ignacio Iriarte en AGROVOZ.
Las ventas de estos novillitos alimentados a grano y la de vacas de rechazo con destino a China, permiten a muchos tamberos financiar las pérdidas operativas de sus explotaciones, a la espera de mejores precios para la leche.
El novillito Holando de 380 kilos alimentado a corral fue “descubierto” originalmente por los propietarios de supermercados “chinos”, que escandalizados por el elevado desperdicio de grasa que tenían en el desposte los terneros o novillitos de feedlot mestizos, empezaron a trabajar con éxito en sus carnicerías medias reses de Holando livianos. Se trata de carcazas que dan una carne excelente, pero con mucha menos grasa que los animales de razas británicas; además, eran más baratos que los mestizos.
Panorama
Hoy la carne de novillito Holando está impuesta en muchas de las grandes ciudades del interior, especialmente de Córdoba y Santa Fe. Da cortes tiernos, de carne rosada, grasa escasa pero suficiente, de color muy blanco, y sólo se le observa que da un bife angosto algo mas elongado o “chupado” que el que dan los animales de razas británicas.
Frigoríficos exportadores especializados desde hace décadas en faenar novillos Holando pesados, reconocen que la participación del novillo overo en la faena de sus plantas, que hace diez años era del 30-35 por ciento hoy no pasa del 10-12 por ciento. Los remitentes en muchos casos son tamberos pero también invernadores, en especial de las cuencas tamberas de Santa Fe y Córdoba,que compran tanto el ternero salido de guachera como el de 180 a 200 kilos, para recriarlo a pasto a bajo costo. Es una forma de aprovechar el bajo precio relativo de esta categoría como invernada.
El novillo pesado Holando que hoy es menos pesado que antes se paga hasta 10 por ciento menos por kilo en gancho que su similar británico, pese a que sus lomos y bifes tienen un premio en el mercado europeo a causa de su elevado calibre. En Estados Unidos, donde el rodeo lechero tiene una participación en el rodeo vacuno nacional mucho más alta que en la Argentina, se ha descubierto recientemente que el novillo Holstein, llevado a altos pesos de faena, desarrolla un sorprendente marbling, llegando muchos de ellos a la categoría Prime.
En resumen: hoy se faenan en la Argentina un 75 a 80 por ciento menos de novillos Holando pesados que hace una década. No es sólo porque nacen menos terneros de esta raza, sino también porque la mayoría de ellos se engorda a corral para consumo interno y con bajo peso de faena, desaprovechándose así el elevado potencial de producción de carne de estos animales. Menos exportación, más consumo.
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