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En un contexto complicado para los tambos Actualidad

Lecheria: En camino a la estandarización

Provimi, eslabón de nutrición animal de Cargill, presentó su programa Calf & Heifer, orientado a eliminar las ineficiencias de la producción, a través de un sistema que perfecciona nutrición y manejo en cada etapa de la vida del animal.
11/09/2018 11:05 hs

En un contexto complicado para los tambos, Provimi lanzó un programa destinado al perfeccionamiento de la producción, para garantizar una mayor rentabilidad.

A nivel nacional, la producción lechera atraviesa ciertas dificultades, producto del contexto climático y económico. A la sequía de principios de año se le sumó un aumento en los costos de alimentación y sanidad para los animales, así como un estancamiento en el precio de la leche que dificulta recuperar la inversión. En este escenario, la marca Provimi, eslabón de nutrición animal de Cargill, presentó su programa Calf & Heifer, orientado a eliminar las ineficiencias de la producción, a través de un sistema que perfecciona la nutrición y el manejo en cada etapa de la vida del animal.

Según Kenny Quick, Global Category Manager de Cargill, las tres tendencias para la producción de leche son: la productividad, orientada al perfeccionamiento; la salud, con el foco en la prevención de enfermedades; y la sustentabilidad, para atender a las demandas de los consumidores que exigen una mayor trazabilidad. “Estos tres factores van a dominar la forma de hacer negocios en lechería, y la presión va a aumentar en los próximos cinco años”. Asi lo describe la nota de Catalina Solís en CHACRA.

Respecto a la productividad, los especialistas observan un aumento en la incorporación de tecnología para estandarizar la producción. En los extremos de la producción lechera se encuentran, por un lado, los tambos tradicionales, con un número reducido de vacas, con poca tecnología y operado de forma familiar. Por el otro, se encuentran los tambos progresistas, cada vez más comunes en mercados masivos, como es el caso de China. En los tambos tradicionales, los métodos de producción pueden ser muy variados, y lo que sirve para un mercado puede no servir en otro. En los tambos progresistas, la tecnología se concentra y estandariza, lo que permite una garantía de eficacia en cualquier mercado.

Como explicó Kenny Quick, en Argentina, “la producción nacional aumentó a pesar de la sequía, impulsada por los precios más altos de la leche. En este sentido, la inflación causa inconvenientes a los productores, pero aumenta las exportaciones”. En este contexto, la inversión en tecnología, si bien no es una alternativa para todos los productores, es una buena posibilidad para aquellos que ya cuentan con una infraestructura desarrollada, para aprovechar al máximo su potencial.

Problemas y soluciones de la lechería en la actualidad

Entre los problemas que cuenta la producción de leche en la actualidad, desde Cargill destacaron: las tasas de crecimiento desparejas, la falta de hembras listas para reposición, la alta tasa de mortalidad en los primeros 60 días, la mala adaptación a alimentos sólidos y la falta de conocimiento sobre los efectos del clima y del ambiente. En este sentido, Jim Quigley, especialista en nutrición, explicó que el programa Calf & Heifer está orientado a maximizar la vida productiva y la rentabilidad del animal, al disminuir las ineficacias en los terneros y las vaquillonas.

Uno de los mayores descubrimientos, indicó Quigley, es que “la primera lactancia y la producción de leche durante toda la vida son mejores cuando la edad al primer parto es entre 22 y 24 meses”, a la vez que “el estar fuera de este rango suele estar asociado con el aumento de los costos de los insumos, menor producción de leche, problemas de salud, mayor sacrificio y menor beneficio de su vida productiva”.

Por este motivo, el programa busca brindar una alimentación específica para cada etapa de la vida del animal, para alcanzar el tamaño y el estado de salud óptimos en la pubertad y el parto, y garantizar la rentabilidad. En primer lugar, Quigley explicó que “de los dos años que tarda un ternero en convertirse en vaquillona, las primeras 24 horas de vida son las más importantes. Administrar un calostro de buena calidad en cantidad necesaria, en el primer día de vida, ayuda a reducir la mortalidad y las enfermedades a lo largo de la vida del animal”. Esto es relevante dado que por cada día que el animal está enfermo, se producen 100 kg menos de leche en su primera lactancia. Si la enfermedad dura tres días, se producen 300 kg menos, y así sucesivamente.

Si bien el contexto económico en Argentina complica el acceso de los pequeños productores a programas como Calf & Heifer, el mismo es una buena inversión para quienes cuentan con una infraestructura desarrollada, así como con un sistema de producción prolijo que permita visualizar el reintegro de la inversión en una mayor producción de leche. En este punto, los especialistas indicaron que el programa es a largo plazo, y requiere de un compromiso por parte del productor para llevar a cabo el manejo indicado.

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