La producción de carne vacuna derivada de sistemas de engorde a corral (feedlot) ha tenido en los últimos años una inserción significativa en la cadena de ganado y carne argentina. La Cooperativa Agrícola, Ganadera y de Servicios Públicos Aranguren Limitada (Coopar) no ha querido quedarse ajena al crecimiento que muestra el registro oficial de establecimientos en los últimos años, y encara la planificación de este ambicioso proyecto.

El perfil de establecimientos está conformado por dos tipos: aquellos que encierran solamente su propia hacienda y los que prestan servicios a terceros clientes que se denomina “sistema hotelería”.

El vocal del Consejo Directivo de Coopar, Einar Moleres, explicó que “por ahora, estamos en una etapa de planificación, buscando números, buscando de nutrirnos de experiencias de otras entidades, como es el caso de la Cooperativa Agropecuaria La Paz Limitada (Calp) o de otros emprendimientos, pero por ahora la etapa es de planificación y presupuesto”.

Sobre el análisis que realizaron del feedlot de Calp, Moleres afirmó que “la idea es distinta. En realidad, fuimos a ver lo que estaba haciendo esa cooperativa con engorde a corral, y nos informaron además que piensan sumar la faena, porque tienen un 100 por ciento del frigorífico”.

El Consejero de Coopar destacó que “pensamos arrancar con instalaciones propias y con hacienda, propia o de terceros, brindando sistema hotelería para el ganado de los socios de nuestra cooperativa”.

Cerca de Aranguren

Sobre el lugar donde se planifica levantar el feedlot, Moleres admitió que por ahora no hay un sitio definido: “tenemos una idea de cómo tiene que ser el lugar, y por supuesto sabemos de la importancia de estar bien cerca de la planta de alimento balanceado que está en Aranguren. ¿Cuál sería el lugar ideal? Yo considero que debería estar en un radio de no más de 10 o 15 kilómetros de Aranguren, pero todavía, no está definido”.

Sobre los plazos

El Consejero señaló que la planificación del proyecto está muy avanzada, pero consintió que todavía “hay que encontrar la vuelta financiera, ya que hablamos de una inversión de cinco o seis millones de pesos, sin contar el costo del campo. Solamente nos referimos a las instalaciones, pero después hay que sumar el valor de la hacienda para llenarlas. En síntesis, se trata de muchísimo dinero”.

Sorteado el inconveniente financiero, los plazos que se manejarían para concretar este proyecto no son muy largos: “no demandaría demasiado tiempo la construcción de las instalaciones. En realidad la infraestructura de los feedlot es –básicamente- la de cualquier campo ganadero, más el patio de comidas, maquinarias, e instalaciones”.

Sumar valor a la producción primaria

En los últimos años, los cooperativistas aprendieron que si agregan valor a la producción primaria, se produce desarrollo en la zona. En eso está Coopar que, como una manera de plasmar esa idea, construyó una moderna planta de Alimentos Balanceados, con capacidad de molienda de 5.000 kilos por hora, que podrán elevarse a 10.000, con una pequeña modificación. La inversión fue de 3.000.000 de pesos, y se concretó íntegramente con recursos de la entidad.

La fábrica funciona totalmente automatizada: hay una computadora donde se carga la fórmula y la máquina trabaja sola, porque todos los movimientos de cuchillas son neumáticos, lo que hace que un solo operador pueda manejarla. Una vez que se ingresa la fórmula al equipo, toma de los silos la cantidad que necesita de cada uno, los muele y los mezcla. “Sumar valor agregado a los granos es la esencia misma de este proyecto. Así como ocurrió con la cría de cerdos, para los que se prepara el alimento en la fábrica, también el feedtlot se piensa con el mismo sentido”, precisó Moleres.

Primero los socios

El negocio del feedlot está pensando primero para los socios de la cooperativa, pero Coopar no descarta ampliarlo a terceros, aunque en forma minoritaria. “Con este negocio buscamos eficiencia y darle valor a los cereales, y en eso estamos abocados para que nuestra entidad siga creciendo”.

La cuota “feed-lot”

En julio del año pasado, la Comisión Europea informó a nuestro país que aceptó los procedimientos y criterios argentinos para emitir los certificados de autenticidad de conformidad con las normas europeas pudiendo así acceder al contingente europeo de carne vacuna de alta calidad (cuota “feed- lot”), informó la Cancillería Argentina. Las gestiones fueron impulsadas por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).

A través de un comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores indicó que se dictó la resolución conjunta 466/2014 y 361/2014 de los ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca, y de Economía y Finanzas Públicas, completando con ese instrumento los últimos requerimientos que la Unión Europea exige a sus abastecedores para acceder a la cuota “feed-lot”.

Según se explicó, el contingente europeo mencionado, conocido también como “Reglamento 481/2012 de la Unión Europea”, consiste en un cupo de 48.200 toneladas que ingresan al mercado europeo sin pagar arancel y está abierto a la participación de los países reconocidos como aptos para exportar por la Comisión Europea. Hasta la fecha, Estados Unidos, Australia, Canadá, Nueva Zelandia, Uruguay, a los que se suma ahora la Argentina, han recibido el correspondiente reconocimiento europeo.

A partir de esa aprobación y tras cinco años de negociaciones internacionales, la Argentina podrá exportar estos cortes de carne premium a ese mercado, lo que permitirá fortalecer los vínculos comerciales existentes, contribuyendo así al desarrollo del sector ganadero nacional.

Aunque el gobierno se atribuye los logros en la gestión, cabe destacar que quien verdaderamente impulsó esta iniciativa, fue el Ipcva que preside interinamente el entrerriano Gonzalo Álvarez Maldonado.

El dato

Cabe destacar que, a diferencia de la Cuota Hilton, la 481 no es asignada en porciones a cada una de las naciones participantes, sino se trata de una cuota general por la que compiten los países habilitados. El cupo cárnico, será distribuido en cuatro trimestres de 12.050 toneladas cada uno, de junio a julio, siguiendo el calendario agrícola.

Fuente: AIM Digital