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Por excesos de lluvias Actualidad

Se atrasó la trilla de maíz de segunda y preocupan los problemas sanitarios

A nivel nacional, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que ya se trilló el 53% del área sembrada con el cultivo, que se encamina a una producción de 39 millones de toneladas. Pero si el foco se pone en la zona núcleo, el atraso es muy signific
15/07/2017 13:08 hs

En la zona núcleo, como la humedad es excesiva, hay lotes en los que se comenzaron a pudrir las espigas y hay muchos vuelcos de plantas...

La cosecha de maíz de segunda y tardío viene demorada en la zona núcleo. El problema es que la constante humedad no solo provoca problemas de piso en los lotes -que complican el ingreso de las máquinas- también aumenta los puntos de humedad en el cultivo (lo que implica mayores costos de secado en los acopios) y también está generando vuelcos masivos de plantas en los híbridos susceptibles.

A nivel nacional, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que ya se trilló el 53% del área sembrada con el cultivo, que se encamina a una producción de 39 millones de toneladas. Pero si el foco se pone en la zona núcleo, el atraso es muy significativo.

“La cosecha está varada en el 36% y recuerda demasiado a la del año pasado. Es casi igual, incluso un punto por debajo del ciclo 2015/16 y muy lejos de los valores normales de referencia de trilla para está época, que indican un nivel de entre 50% y 60%”, indica el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

En Río Cuarto, el productor y asesor Andrés Marra contó que todavía no pudo trillar una sola hectárea de las 700 que sembró con maíz de segunda. “Todavía no se había terminado de secar el cultivo y con las lluvias de hace 15 días se volvió a complicar. Encima, amanecen casi todos los días nublados”, indicó.

En esta región del sur de Córdoba, los maíces están con 16, 17 y hasta 18 puntos de humedad y con la baja en las cotizaciones la mayoría de los productores no quiere cosechar porque va a tener que asumir costos adicionales de secado. Es que a partir de 14,5 puntos, en las plantas de acopio comienzan los descuentos por humedad.

Pero algunos productores están ansiosos por trillar, aunque la ventana de cosecha puede extenderse hasta agosto, porque están preocupados por los vuelcos y los problemas sanitarios. “En híbridos susceptibles vimos lotes en esta zona con hasta el 70% de las plantas volcadas y una vez que se caen no levantás más del 15%”, recordó Marra.

Los rendimientos que se proyectan en la zona son interesantes (entre 85 y 90 quintales por hectárea) porque el maíz de segunda no sufrió el estrés del calor de diciembre. “La verdad es que el problema no es la humedad, porque todavía podemos esperar, sino los maíces que se caen”, sintetizó el asesor cordobés.

En este escenario es probable que se superponga la trilla de los maíces tardíos con la siembra del maíz de primera, que en el sur de Córdoba se implanta en la primera quincena de septiembre y en otras zonas puede arrancar incluso antes, en la recta final de agosto.

En el centro norte de Santa Fe, el porcentaje de humedad también oscila entre los 17 y los 21 puntos, según los especialistas del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.

“Estas condiciones generaron un muy lento avance en el proceso de cosecha, que en algunos departamentos santafesinos fue casi nulo”, reconoce el informe, que estima que el rendimiento promedio del cultivo va oscilar entre los 72 y 75 quintales por hectárea en esta región.

En la provincia de Entre Ríos, la situación es similar. Rodrigo Penco, integrante de la regional de Aapresid de esta provincia, recordó que los problemas comenzaron con el retraso de la cosecha de la soja. “Y después también influyó que todo el mundo estaba más apurado por sembrar el trigo que por trillar el maíz de segunda”, admitió.

Las últimas lluvias, durante el fin de semana pasado, sumaron unos 35 milímetros y eso influyó en la condición del maíz. “Esta semana revisé cuatro ensayos en departamentos del centro y sur de la provincia. El porcentaje de humedad está alto, entre 18 y 20 puntos”, precisó Penco.

En los lotes entrerrianos, además, se suma un problema más al vuelco del plantas y la podredumbre de espigas: las pérdidas por aves. “El impacto de los loros es muy significativo y también influye en la decisión de cosechar. La semana pasada decidimos trillar un maíz que estaba muy húmedo con un productor y embolsarlo para forraje, para evitar mayores pérdidas”, contó el asesor entrerriano.

En Entre Ríos esperan que los rendimientos del maíz de segunda superen a los de primera, que tuvieron una media de 6.500 kilos por hectárea.

Fuente: Clarín Rural

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