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Con $115 millones de inversión para su desarrollo Actualidad

El maíz, con un traje a medida para la densidad de plantas

Agricultura de precisión + Big data=maíz a la carta. Con esa fórmula se puede resumir la tecnología que lanzó Monsanto esta semana para los productores que usan Dekalb. Según dicen en la empresa, en la actualidad hay una brecha de 41% entre el promed
15/07/2017 12:41 hs

Monsanto lanzó para Dekalb una tecnología que con agricultura de precisión y Big Data permite ajustar a escalas de 10m x 10m

Agricultura de precisión + Big data=maíz a la carta. Con esa fórmula se puede resumir la tecnología que lanzó Monsanto esta semana para los productores que usan Dekalb.

Según dicen en la empresa, en la actualidad hay una brecha de 41% entre el promedio que tiene el productor y el rendimiento alcanzable.

Además, observan que el rinde medio en el promedio de los ultimos diez años ha quedado estabilizado en 7 toneladas por hectárea. Por su parte, afirman en la compañía, su tecnología ha aportado una mejora productiva de 1,2 toneladas al cultivo en ese período. Hubo un incremento en la ganancia genética, pero el productor no necesariamente la tradujo en un mayor rendimiento en su establecimiento.

Claramente, el rinde viene de la interacción del ambiente, el híbrido y las prácticas agronómicas. Cuando muchos buscan explicar sus rindes, lo hacen por la historia del campo, pero no necesariamente por la interacción de esos elementos.

En base a las tecnologías disponibles de agricultura de precisión, el Big Data, donde se recolectaron más de cuatro millones de datos, y el uso de algoritmos que corren en un servidor, la empresa desarrolló un sistema de prescripciones para que los productores puedan ajustar la densidad de plantas cada 10x10m, o sea a un nivel de alta precisión. Las prescripciones llegan vía mail y se cargan directamente a una sembradora.

El producto, que tuvo tres años de testeos a campo y se trata de una novedad mundial presentada en la Argentina, según la empresa permite bajar 40% el riesgo en la toma de decisiones para la cosecha. En tanto, en la siembra de más de 25.000 hectáreas de productores dio como resultado una mejora de hasta el 6,2% en los rindes por poner la densidad adecuada de plantas según el ambiente de producción.

"Con esto un pequeño productor puede sembrar con la misma tecnología y el mismo grado de precisión que un productor de punta", señaló Juan Moreno, gerente del negocio de maíz de la compañía.

Según se explicó, habrá tres empresas que ofrecerán el relevamiento de información que va desde la conductividad eléctrica hasta la materia orgánica, entre otras variables del suelo. Ese servicio le costará al productor 16 dólares por hectárea.

Con la base datos que ya tiene Dekalb, se modela el rinde esperado para cada 10mx10m de cada lote del productor a través de capas de información georeferenciadas "sin necesidad de contar con series históricas de mapas de rendimiento de cada lote", según la empresa.

Las capas necesarias para correr luego los algoritmos tiene una durabilidad de al menos cinco años para altimetría, electroconductividad aparente 0-30 y 0-90cm y un muestreo de suelo dirigido.

Se generan tres escenarios posibles de rinde acorde al clima (Niña-Neutro-Niño) y se comparte la información del híbrido para que el productor descargue su prescripción de densidad híbrido-específica a escala de 10mx10m. Este año, la firma bonifica las prescripciones.

Después de la densidad de plantas, en 2018 se lanzará también la fertilización variable. "Estamos haciendo integración de conocimientos, llevando recomendaciones a escala de 10 metros por 10 metros", dijo Pablo Talano, Leader de Soluciones Agronómicas Integradas de la compañía.

Fuente: La Nación - Fernando Bertello

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