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Relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires Actualidad

Creció 18% el uso de alta tecnología en la campaña de trigo 2016/17

Así lo aseguró el nuevo Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) que presentó ayer la Bolsa porteña que a partir de este año contará con dos lanzamientos y un mayor nivel de análisis. El informe muestra mejoras en inversión en los cultivo
25/04/2017 19:26 hs

Así lo aseguró el nuevo Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) que presentó hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Mejoras en inversión en los cultivos de invierno.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires presentó ayer una nueva edición del Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA), que a partir de este año contará con dos lanzamientos y un mayor nivel de análisis.

“Mejoró la inversión del productor en los cultivos de invierno”, destacaron los analistas de la entidad Sofía Gayo y Juan Brihet, quienes durante el evento dieron a conocer los resultados de la investigación de la campaña 2016/17, que se basó en la información de 17 regiones agrícolas, ocho cultivos y tres niveles de tecnología con hasta 75 variables de medición cada uno.

El trigo, con buenas noticias

En ese sentido, demostraron que en sólo dos campañas agrícolas (2014/15 vs. 2016/17) la producción de trigo en el país pasó de tener 17% de superficie con tecnología alta al 35%. El área con nivel bajo, en tanto, disminuyó del 45% al 19% para el mismo período, mientras que el medio también aumentó al ir del 38% al 46% a nivel nacional.

En cuanto a la fertilización, el cereal mostró mayores dosis aplicadas y más área: la dosis media de nitrógeno creció 25%, lo cual generó un incremento en el potencial del cultivo y promovió una mejora en la calidad del grano a cosecha. La aplicación de fósforo, por su parte, resultó 8% más alta.

Los niveles de la cebada

En el caso de cebada, el nivel alto de tecnología se recuperó del 35 al 55% del área sembrada, mientras que la adopción de nivel bajo pasó de 26% al 8%. El nivel tecnológico medio se mantuvo relativamente estable, de 39 a 37%.

La fertilización, paralelamente, registró subas del 12% en la dosis media de nitrógeno; en tanto que en la de fósforo creció 16%, lo cual aportaría para cultivos sucesores como la soja de segunda.

“Mejoró el cuidado sanitario de ambos cultivos, con una mejor planificación de las aplicaciones y menores dosis de herbicidas. Se suma el uso de fungicidas con mayor participación de mezclas dobles y triples, mostrando un mayor nivel de inversión en este aspecto”, destacaron los especialistas.

Fuente: Infocampo - Marina Friedlander

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