El trabajo de Coninagro permitirá tener un marco de referencia (objetivo y técnico) para tomar las decisiones más acertadas, y también apunta a que los gobernantes puedan utilizarla a la hora de aplicar sus políticas públicas, sabiendo de ante mano que tipo de consecuencias, tanto positivas como negativas, generarán en el sector agroindustrial.

El trabajo fue presentado por el presidente de la entidad, Carlos Iannizzotto, y por la licenciada Mariángel Ghilardi Sierra, Coordinadora de Estudios Sectoriales de la firma Ecolatina, que junto a Globaltecnos y el equipo económico de Coninagro fueron los que confeccionaron el Índice de Competitividad.

“El índice nos permite monitorear la competitividad de las economías regionales, evaluar el estado de la evolución histórica, medir el impacto de las políticas públicas, identificar fortalezas y debilidades, y dar sustento técnico y objetivo para los políticos”, aseguró la licenciada Mariángel.

Y continuó: “El informe saldrá de forma trimestral, y permitirá representar mediante un único número, la evolución de la competitividad. Si tomamos 2018, el índice arroja que para último trimestre, la caída de la competitividad fue del 3,4%, y en el año, la baja llegó a 1,6%”.

Entre las variables destacadas por Ghilardi Sierra, el sector externo y la calidad diferenciada, han sido las dos que más competitividad han aportado de forma positiva; mientras que por el contrario, el poder adquisitivo y el desempleo, han generado una caída importante.

El clima y la inversión pública (traducida en infraestructura), han generado tanto beneficio como daño a las economías regionales. Según el año que se tome en cuenta, se puede observar una marcada incidencia negativa (2018), mientras que sucede lo contrario en el 2017.

Carlos Iannizzotto fue consultado por Infocampo si realmente cree que los políticos de turno atenderán al Índice de Competitividad, y dijo que “La realidad es que la pregunta está atada al cuadro eleccionario. Si no estaríamos en un año de elecciones, quizás no nos prestarían atención, pero en este contexto al Gobierno le despierta inquietud ver qué se puede hacer para alternar esta ferocidad financiera e impositiva que han impuesto en los últimos años”.

“Hoy nos vamos a reunir con el ministro Sica y vamos a llevarle el Índice. Vamos a mostrarle que las cosas están muy mal, pero se pueden mejorar con políticas diferenciales, como las que planteamos en el Ley de Economías Regionales. Considerar eso es tener en cuenta ciclos agrícolas diferentes, y tomar medidas en base a ello. Soy optimista, pero también se la dureza que tiene la macroeconomía”, indicó el presidente.

Entre los presentes, además de estar gran parte de la comisión directiva de la entidad, se destaca la participación de autoridades de la Secretaría de Agroindustria de la Nación, quienes agradecieron el trabajo de la entidad y prometieron llevar el Índice a lo más alto del arco político oficial.

También asistió Eduardo Rodríguez, presidente de Economías Regionales de CAME, quien explicó que “este trabajo presentado hoy, junto al índice que elaboramos de forma mensual sobre la relación entre lo que percibe el productor y lo que paga en góndola el consumidor (IPOD), son herramientas para que los políticos puedan atender la realidad de cada producción”.

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