El Secretario de Agricultura, Gabriel Delgado, recorrió en las últimas horas las zonas más afectadas por las lluvias. Allí se contactó con productores y técnicos para brindar apoyo y asistencia.

En un recorrido por las zonas de Luján, el funcionario del Ministerio de Agricultura mantuvo contacto constante con funcionarios de la provincia de Buenos Aires y técnicos del INTA quienes están prestando ayuda técnica y humanitaria para ayudar a quienes se vieron más afectados por el agua. Se están entregando donaciones y trabajando de forma articulada con Desarrollo Social y Gendarmería, en conjunto con toda la comunidad.

“Por indicación del ministro Carlos Casamiquela, nuestro ministerio puso a disposición todos sus recursos para brindar toda la colaboración que sea necesaria. Estas prolongadas y contundentes lluvias nos alertan sobre el desafío que nos plantea la adaptación al cambio climático. Nos enfrentamos a fenómenos de muchos milímetros en pocas horas lo que no da tiempo a la infiltración por los suelo”, expresó Delgado.

Los últimos días equipos del Ministerio y del INTA participaron en la organización de la entrega y traslado de insumos para los damnificados. “Cuando hablamos de cambio climático, hablamos de fenómenos como este que cada vez serán más frecuentes”, señaló Delgado.

El funcionario aseguró que éstos son fenómenos climáticos novedosos, muy violentos y ocasionados por múltiples causas. “Son fenómenos climáticos muy violentos, novedosos, con múltiples causas. No hay soluciones mágicas. Tenemos que dejar de hacer política con esto y ocuparnos de lo urgente. Hoy lo urgente es brindar toda la asistencia del Estado a los que más lo necesitan. En este momento la prioridad es trabajar en conjunto para asistir a tantas personas que son víctimas de estos fenómenos”, afirmó.

Por su parte, en su cuenta oficial de Twitter (@rgabrieldelgado), el secretario de Agricultura aseguró que "los eventos extremos complican los panoramas hídricos y la capacidad de respuesta. Para adaptarnos, el ordenamiento territorial es clave".

"Estas prolongadas y contundentes lluvias nos alertan sobre el cambio climático y el desafío para nuestras sociedades de cara al futuro", concluyó. Cabe recordar que las zonas más afectadas al momento son Luján, San Antonio de Areco, Salto, Mercedes, Olivera, Lobos, Pilar.

Lluvia, con valores extremos históricos

De acuerdo con el Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, en agosto se registraron valores extremos históricos de precipitación en varias localidades de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba, lo que ocasionó anegamientos, cortes de rutas, desbordes de ríos y evacuados.

Los datos son contundentes: las precipitaciones registradas en Marcos Juárez, Córdoba, fueron un 445 % superior a la media histórica para todo agosto, un 322 % para Dolores en Buenos Aires, un 243 % en San Miguel y un 143 % en La Plata.

En referencia a las previsiones para los próximos días en las zonas afectadas, el informe del Instituto indica que el viernes el cielo estará nublado o parcialmente nublado y seguirá frío, con 7 grados de mínima y 13 grados de máxima y el viento soplará débil del sector Sur.

Para el sábado, el cielo variará de nublado a mayormente despejado, estará entre frío y fresco, con 6 grados de mínima y 17 grados de máxima. El viento soplará débil del Sudoeste y cambiará al Noreste. Para el próximo domingo 16 y hasta el miércoles 19 tampoco se esperarían lluvias.

Lo que se viene

En el reciente Foro Internacional de Cambio Climático organizado por el Ministerio de Agricultura de la Nación, varios especialistas coincidieron en que la variabilidad climática será una constante cada vez más difícil de predecir.

En este sentido, uno de los expositores y jefe de la Oficina Regional Las Américas de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) –Ricardo Mena– aseguró que la Argentina estará afectada por excesos hídricos en las próximas décadas.

De acuerdo con Mena, “este mayor nivel de exposición se debe al crecimiento y a los procesos de expansión y urbanización, sumados a las características propias del país”.

Y, en este contexto, recomendó enfocarse en una gestión del desastre que considere los índices de amenazas y de vulnerabilidad incorporadas en los procesos de desarrollo y en las políticas de inversión social que combaten la pobreza y mejoran la calidad de vida de todos los habitantes.

Fuente: Infocampo