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Los pueblos rurales de Uruguay giran y dan su voto al Frente Amplio

El Frente logró un 79% de crecimiento en las 550 localidades más chicas del país y zonas rurales. En esos lugares hubo una fuerte inversión social y una mejora de las condiciones laborales de los trabajadores rurales.
28/11/2014 09:49 hs

Eran históricamente conservadores. Pero en los últimos años mejoraron allí las condiciones sociales.

Contra lo que vaticinaban las encuestas, el Frente Amplio logró una aplastante votación en las elecciones pasadas y quedó a las puertas de un triunfo en la segunda vuelta el domingo. La victoria fue posible, entre otras razones, por un inesperado aumento en la votación en los pueblos más pequeños del país, donde hasta hace poco se apoyaba a los partidos tradicionales y recelaba de la izquierda. En esos lugares hubo una fuerte inversión social y una mejora de las condiciones laborales de los trabajadores rurales.

El Frente logró un 79% de crecimiento en las 550 localidades más chicas del país y zonas rurales. El remoto pueblo de Pepe Núñez, al norte de Uruguay, ejemplifica esta nueva realidad política. La electricidad llegó allí recién en 2014 y sus 200 votantes lo agradecieron. En 1999 el Frente Amplio obtuvo allí un solo voto. En contraste, hace un mes, en la primera vuelta fue el partido más votado.

“El resquemor con el Frente era muy profundo, y ver cómo se revirtió habla del increíble poderío que tiene hoy el Frente Amplio”, explica el politólogo

Adolfo Garcé, del Instituto de Ciencias Políticas de la Universidad de la República.

En Melo, capital del departamento de Cerro Largo, la victoria del Frente Amplio dejó a todos boquiabiertos porque rompió la hegemonía que mantuvo el Partido Nacional desde los inicios de la república.

“Antes de la llegada del Frente Amplio al poder, el pueblo tenía 18 focos de luz. Ahora hay más de 200”, dice Wilson Larrosa desde Migues. “La policlínica funcionaba solo de lunes a viernes, y uno no podía enfermarse los fines de semana. Ahora hay atención todos los días, las 24 horas”.

Para el sociólogo Gustavo Leal, ese aluvión de votos fue la conclusión de un largo proceso iniciado en 1994 cuando Tabaré Vázquez, entonces candidato presidencial por primera vez, decidió visitar los pequeños pueblos donde la izquierda no recogía adhesiones.

“Vázquez no ganó aquella vez, pero su lectura fue correcta y desde entonces el porcentaje de votantes del Frente Amplio en el interior comenzó a crecer”, sostuvo y mencionó también el crecimiento sostenido en el agro en estos años. “Y luego vino el efecto Mujica. A Cerro Largo vino infinidad de veces”, señaló el periodista Serrano Abella. “Una vez aterrizó en helicóptero en Cañada de los Burros, donde los niños nunca habían visto ni a un presidente ni a un helicóptero, eso influye mucho. Y su forma tan particular de interpretar a la gente de campo también”. Abella no tiene dudas: “En Uruguay todavía no se dieron cuenta, pero la elección la ganó Mujica”.

Tabaré, favorito

El candidato del Frente Amplio y ex presidente Tabaré Vázquez (2005-2010) recibirá entre el 52% y el 55% de los votos en la segunda vuelta electoral en Uruguay, un 15% más que el centroderechista candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, según las últimas encuestas difundidas el miércoles.

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