“Hoy en la zona de islas del departamento Diamante, incluyendo a las islas de la provincia de Santa Fe (al manejar la parte sanitaria) había aproximadamente 80.000 cabezas en zonas inundables. Según datos del Senasa, fue trasladada a tierra firme alrededor de 70.000 cabezas” comentó el Medico Veterinario Wilton Trossero.

Todavía queda algo de hacienda en islas más altas, según explica el profesional, aunque “el productor ha decidido sacar las categorías más chicas, como son los terneros, y dejar las vacas hasta cuando pueda en islas que todavía no están anegadas, ya que lo que escasea es el pasto”.

Acerca de cómo ha sido este año ante la urgencia de trasladar la hacienda a tierra firme, Trossero explicó que “a diferencia de años anteriores, desde un principio se dio el alerta de una creciente mucho más alta a lo que es actualmente, por lo que la gente tomó precaución mucho más rápido y evacuaron en forma paulatina. No hicieron falta barcos de otros lados, fue suficiente con los barcos de la zona y para algunas islas de la zona de Las Cuevas se trajeron barcos de Victoria”.

En cuanto a los pronósticos “se estimaba una creciente mucho más agresiva, más rápida y alta. Teóricamente no iba a quedar nada sin agua. De mantenerse la altura del río en que se encuentra hoy y sin nuevas lluvias en la zona, estamos en el pico esperando que ya empiece a bajar, ya que de La Paz hacia arriba viene descendiendo” señaló el especialista.

“El problema no fue evacuar, sino mantener la hacienda fuera en pleno invierno” resaltó Trossero, al momento de analizar la situación del productor. “Aunque hay pocos campos sembrados, hay muy pocos rastrojos, es decir poca fibra. El maíz tiene buen precio, por lo que conviene como insumo para alimentar la hacienda, a pesar de que habría escasez para hacer una dieta bien balanceada de fibra, es decir de rollos o fardos. Hoy el maíz sobra, pero rollos no hay y son muy pocos los que tienen reserva. Productores con mayor cantidad de cabezas ha conseguido instalarla en campos del norte”.

Al hablar de los precios del mercado de hacienda, Trossero consideró los mismos al no ser tan malos “es la diferencia con la creciente del 2009, donde la hacienda no valía nada. El productor sacó de la isla y vendió, a los cuatro meses hubo un salto del precio y la gente se descapitalizó. Este año hay algo positivo, dentro del panorama negativo: la hacienda tiene un valor y aquel que la vende puede hacerlo a buen precio”. En este sentido, agregó que “las categorías como por ejemplo el novillo o la vaquilla se pueden terminar a grano o encerrados con el precio bajo del maíz, permitiendo que los números cierren”.

De la redacción de Campo en Acción