Luego de que el fin de semana el presidente de la Comisión de Producción del Senado, Oscar Arlettaz (Colón), adelantara que enviaron una copia del pre despacho del proyecto de ley de agroquímicos (de su autoría junto con el concordiense Enrique Cresto) una petición en la plataforma online Change.org insta a los diputados a no avalar el proyecto.

Con el nombre de cada uno de los integrantes de la Cámara baja, la petición convoca a que “los Diputados de Entre Ríos NO APRUEBEN el proyecto de Ley de Agroquímicos Y SE SUMEN A DEFENDER LA VIDA!”. En ese sentido, según registró Recintonet, apunta Jésica Musuruana, firmante del texto, que “el 70% de las escuelas de Entre Ríos están siendo fumigadas.... Cientos de personas y animales están enfermando y muriendo por los agrotóxicos... No queremos que se reduzca la distancia de fumigación. Basta de contaminar el suelo y el agua.... Basta de destruir la vida......”.

“Firmando la petición, le estás mandando un mail a todos los diputados para expresarles que no querés más venenos”, concluye el texto.

Cabe marcar que Arlettaz negó que la reducción de la distancia de fumigación sea “el tema más importante”. Los senadores había acordado una distancia mínima de 100 metros para fumigación terrestre “en zona edificada de ciudades y pueblos, cursos de agua y establecimientos educacionales”, y de 200 metros en caso de las fumigaciones aéreas.

Según resumió a Apf "la distancia deja de tener importancia cuando se plantea una mala aplicación. Si se establecen mil metros de distancia para fumigar, y el fumigador es altamente negligente, utiliza un producto de alta toxicidad, fumiga con el avión alto, un día de viento, la distancia deja de tener importancia”. Y para reforzar su idea explicó: “La diferencia entre remedio y veneno es siempre la dosis. Lo que se necesita es tener un muy buen diagnóstico de la enfermedad de la planta, una indicación de la medicación, que lo hace un ingeniero agrónomo, un control del producto, y tender a utilizar productos banda verde que son de casi nula toxicidad”.

Para el senador, “lo sustancial es la capacitación del personal, un muy buen diagnóstico de la situación, la utilización de un producto de baja toxicidad y en el momento adecuado. O sea, la aplicación del producto como corresponde”.