Durante el transcurso del año, las diferentes Muestras Apícolas que se desarrollaron a lo largo y ancho del país sufrieron indudablemente las consecuencias del estancamiento comercial que generó la ausencia de “dinero liquido”.

Durante Febrero y Marzo, cuando llegaban buenas noticias desde los apiarios argentinos, los diferentes eslabones de la cadena apícola se ilusionaban porque después de varias temporadas muy flojas los promedios habían acompañado y todo apuntaba a un 2011 sin sobresaltos de consideración, sin embargo la situación dio un giro inesperado.

Maciá abrió con éxito

La Muestra Apícola entrerriana, realizada a comienzos de Abril, dejó un saldo sumamente favorable. Pasillos con buena circulación de público y fundamentalmente operaciones comerciales en diferentes rubros.

Indudablemente la cosecha interesante en varias zonas de la Provincia (Entre 30 y 40 kilos) fue clave para este resultado, más allá que ya comenzaban a aparecer los primeros signos del incipiente estancamiento comercial.

Dos semanas después en Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires, la concurrencia fue regular a floja y los expositores no pudieron concretar grandes ventas, salvo empresas puntuales. Indudablemente la “miel en los galpones” comenzaba a repercutir notablemente.

Sin dudas, el evento que tuvo lugar en Río Cuarto dejó a los presentes disconformes. La zona hace varios años que tiene muy pocos productores y además la crisis comercial antes mencionada estaba a “flor de piel”. Apenas 300 personas aproximadamente, y siendo generosos, recorrieron los pasillos de la Sociedad Rural.

En concordancia, en Rosario los presentes aseguraron que la Exposición fue bastante “pobre”, aunque los expositores viajaron conociendo la situación que vivía el sector y en consecuencia no se sorprendieron demasiado. Sonia Torre, encargada de la organización, aseguró a El Apicultor en su momento que la asistencia rondó las 600 personas y remató “nosotros hacemos publicidad pensando solamente en apicultores, no se nos mezcla el público”.

Según trascendidos este evento cambiaría de sede el próximo año.

Azul cumplió, pero no escapó a la crisis

Con el antecedente de Maciá, todos esperaban que Azul “explotara”, pero indudablemente la Muestra bonaerense no pudo despegarse del momento complicado del sector.

La concurrencia osciló entre las 2500 y 3000 personas y como dato negativo cabe resaltar que firmas tradicionales que se dedican al acopio o la compra de miel esta vez estuvieron ausentes, al menos con stands.

Regresando a Agosto, el evento pampeano que se desarrolla en Doblas aportó la calidez de siempre desde el plano organizativo. Lejos de los años de esplendor, alrededor de 600 personas recorrieron los pasillos y algunas empresas se fueron conformes por concretar operaciones o en su defecto por los contactos establecidos.

Desde Malabrigo, los presentes se fueron con una sonrisa por la “parte humana” desplegada y más allá que no pudieron concretarse grandes ventas, los expositores destacaron el crecimiento que muestra la Exposición, que se desarrolla tradicionalmente en Julio.

Por último, y cerrando el panorama, la Muestra correntina que tiene lugar en Saladas sufrió los avatares de un temporal que incluyó lluvia y viento y esto generó una disminución considerable de productores.

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